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¿Quién morderá la manzana?

Efecto mariposa. MIGUEL ÁNGEL TURRADO Director de Estrategia y Tecnología Hewlett-Packard Española

Publicado por
León

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La historia es la única que al final acaba poniendo a todos y cada uno en su sitio, en muchos casos haciendo algo que frecuentemente al presente le cuesta: justicia. Debe de ser algo inherente a la propia naturaleza humana ayer, hoy y seguro que mañana. Y es que este pasado mes de junio ha vuelto a suceder, en este caso con Alan Turing, el matemático cuya ayuda fue clave para vencer a los nazis y que pasará a la historia por ser el padre de la computación. Este 23 de junio, con motivo de su centenario, se acaban de celebrar en honor del científico británico actos de todo estilo, homenajes, exposiciones, etc. Turing sentó las bases de la computación y de la inteligencia artificial y participó en el diseño y construcción de los primeros computadores. Reconocido por la revista Time como una de las 100 figuras más influyentes del siglo XX, sin embargo su vida terminó en medio de la infamia y del ostracismo.

Desde muy joven mostró una especial habilidad para las matemáticas y todas aquellas ciencias que le interesaban. De hecho, con 16 años no solo había demostrado una especial habilidad para resolver problemas matemáticos sumamente complejos, sino que llegó a sus manos un libro poco conocido de Einstein del que fue capaz de inferir las críticas de éste a Newton, que no eran en absoluto evidentes. A estas grandes cualidades añade una no menos destacable capacidad de trabajo.

Cuando tenía 24 años la Sociedad Matemática de Londres publicó un estudio de Turing en que define la espina dorsal de la teoría de la computación y que incluía los conceptos de la conocida «Máquina de Turing», un modelo formal de computador, y cuyo objetivo es ayudar a los científicos a calcular los límites de la computación. Con esta máquina sencilla se pueden hacer las mismas operaciones que con un computador digital.

Pero no quedó ahí la contribución a la historia de Alan Turing. Su papel fue clave durante la II Guerra Mundial, donde no solo consiguió decodificar la máquina encriptadora alemana (llamada «Enigma»), sino que además diseñó las máquinas para que los aliados pudieran descifrar los códigos secretos alemanes y así ser capaces de entender sus consignas y anticipar los ataques enemigos sobre Inglaterra, salvando con ello muchas vidas.

Sin embargo, su exitosa vida científica fue eclipsada por la sociedad de aquel momento que no aceptó su vida personal. Fue condenado por homosexualidad, delito en la Inglaterra de aquella época, a un duro tratamiento con hormonas, que le trajo importantes secuelas físicas. Todo ello acabó con su vida a los 41 años. Según las investigaciones todo indicaba que suicidado con arsénico, y a su lado apareció una manzana mordida, supuestamente para quitar el mal gusto del veneno.

Son muchos los que piensan que esa manzana mordida es la que inspiró el famoso logotipo de Apple. Sobre las bases establecidas por Turing, el mundo de la informática ha evolucionado mucho desde entonces, pero más en aspectos como potencia y capacidad que en los conceptos básicos. Unos de estos cambios importantes están relacionados con la usabilidad, movilidad y aplicaciones de los nuevos dispositivos.

Precisamente ahí es donde la compañía de logo con la manzana de Turing ha sido capaz de sacarle el máximo partido a la herencia de éste, mucho más allá del logo. Queda patente si analizamos los últimos resultados de Apple. Sin embargo, estos mismos resultados reflejan también un riesgo cierto, y es que casi el 90% de sus ingresos los tienen centrados en tres dispositivos concretos: Mac, iPhone e iPad.

Tener tanta concentración en tan pocos productos se puede ver como un potencial peligro, principalmente en terrenos de batalla como el de los tablets y los móviles (casi el 75% de sus ingresos entre los dos), donde día tras día, anuncio tras anuncio, sus competidores amenazan su actual estatus. Habrá que ver cómo queda la foto tras la llegada de nuevas revoluciones como el Windows 8 o los cada vez más presentes y prometedores ultrabooks, y por supuesto la combinación de ambos. Serán muy interesantes los próximos años para saber quién muerde la siguiente manzana.

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