La revolución ‘prosumer’

El Simo sigue siendo la feria por excelencia en el sector de las Tecnologías de la Información en nuestro país. Nació al principio de los años 60 como un salón dedicado al mobiliario de oficina (de ahí su nombre, Salón Internacional del Mobiliario de Oficina) pero poco o nada tiene que ver con lo que es hoy. Ha pasado por distintas etapas, teniendo desde el 2009 una orientación para profesionales y conservando en su espíritu el ser ese gran escaparate de las últimas novedades tecnológicas y, sobre todo, de las tendencias que marcarán las principales líneas del futuro.

Una de las novedades de esta nueva etapa del Simo es su foco cada año en alguna temática concreta de nuestra sociedad donde las tecnologías pueden, y deben, tener un aporte estratégico. Tras el éxito del Simo del año pasado dedicado a la sanidad, este año ha sido el Ministerio de Justicia el encargado de organizar unas jornadas sobre la revolución que suponen las tecnologías. Es un campo donde casi todo está por hacer en nuestro país y que daría solo él para un artículo completo.

Pero ha habido otro protagonista destacado este año y, como además este mes de octubre va a ser el lanzamiento mundial de Windows 8, quiero dedicar mi artículo de este mes a lo que ha sido sin duda la otra estrella del Simo: todos los nuevos productos que se están creando bajo la nueva plataforma de Microsoft, que está llamada sin ningún lugar a dudas a recuperar el terreno que Apple/iOS y Android le han ido ganando en estos últimos años en los dispositivos móviles, principalmente en tabletas y smartphones.

La importancia histórica que estos momentos tienen para Microsoft vienen reflejados hasta en su cambio de logo. Y es que, tras nada más y nada menos que 25 años ininterrumpidos conservando su tradicional logo, Microsoft lo ha dejado atrás como una muestra de que está en un proceso de plena transformación orientada a seguir conservando la supremacía en el mundo de los sistemas operativos que ha ostentado durante décadas. Esta transformación es bastante más profunda de lo que muchos habían presupuesto.

Yo no me pude resistir a la tentación y desde antes del verano me instalé una versión de prueba. Lo hice en un equipo HP Touchsmart. Éste es un revolucionario PC que se denomina all-in-one , es decir, en un mismo dispositivo hay un ordenador, televisión y equipo de música, y además con pantalla táctil, con lo que se puede sacar el máximo partido a Windows 8, ya que éste está especialmente concebido para el mundo táctil.

Tras varios meses probando esta nueva plataforma, puedo asegurar que el cambio es tan disruptivo con las versiones anteriores de Windows como acertado. Busca que todos los usuarios tengan la misma experiencia y las mismas sensaciones, independientemente de que usen un PC, una tableta o un smartphone, lo cual es absolutamente diferencial con respecto a sus principales competidores, como son Apple/iOS y Android.

El cambio más evidente es su interfaz, mucho más intuitivo, sencillo y minimalista. Pero no sólo se ha roto con el anterior interfaz de ventanas característico y al que todos estamos familiarizados, sino que está pensado para los nuevos hábitos de los usuarios: diseñado para la figura tan de moda hoy en día como es el Prosumer , es decir, poder ser utilizado tanto en la vida profesional como en la vida personal. Lo mismo podemos decir de las insaciables demandas que todos tenemos de movilidad para acceder a aplicaciones y documentos desde cualquier dispositivo y lugar.

Todo esto ha hecho que, como decía, los protagonistas del Simo de este año hayan sido los diferentes dispositivos diseñados para Windows 8. Por ejemplo, en HP hemos presentado equipos pensados para sacar el máximo partido de la nueva plataforma, desde ultrabooks o tabletas hasta los que estoy seguro que están llamados a ser unos de los productos estrella y de mayor acogida: los híbridos o convertibles, es decir, portátiles cuya pantalla puede separarse y actuar como una potente tableta. Con ello se tiene toda la comodidad de una tableta junto con toda la potencia y uso de un portátil.

Sin duda que estamos ante un punto de inflexión en el mercado de los dispositivos móviles.