filtros de carbono para los vapores

Otro de los pilares de este invento, que marca la gran diferencia con las gasolineras existentes en la actualidad, es dotar a las estaciones de servicio sostenibles de unos filtros de carbono por el que se canalicen todos los vapores generados en la misma. «La finalidad de este filtro es retener en él los vapores tóxicos e inflamables, emitiendo a la atmósfera aire limpio con trazas de hidrocarburos (en concentraciones por debajo del límite de exposición)», argumenta Luis Brasa.

Desde el punto de vista medioambiental, este novedoso sistema supone un «riesgo cero» en cuanto a filtraciones de hidrocarburos al subsuelo. «Con el paso del tiempo, el carburante fugado puede alcanzar incluso corrientes de agua superficiales», matiza.

Hay que tener en cuenta que los carburantes comerciales son una mezcla de hidrocarburos en diferente proporción y alguno de esos componentes volátiles son productos potencialmente peligrosos para la salud del ser humano. De hecho, la exposición más o menos prolongada a esas sustancias pude acarrear serias consecuencias para la salud.

En las estaciones de servicio actuales existe una emisión de hidrocarburos a la atmósfera casi de forma permanente. Esta emisión se produce en los repostajes y en los venteos de los tanques. El sistema de aspiración de vapores propuesto eliminará ese riesgo y no serán liberados a la atmósfera y no alcanzarán a las personas. Estos vapores serán asimilados por el sistema de filtrado de carbono activo con el que contará. Algo que también repercutirá en el riesgo de explosión por la acumulación de vapores, que también quedará minimizado. «Con el sistema de instalación visible y visitable, las condiciones de seguridad aumentarán de forma considerable», concluye.