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Internet es la calle llena de gente

de la huerga hace diseño gráfico en identidad corporativa y lanza a las pymes locales al gran mercado de las redes sociales. L as grandes calles llenas de gente a las que ofrecer un producto o servicio, el negocio, está ahora en Internet. Las redes sociales son el vehículo para llegar, captar y fidelizar clientes. Pero no vale cualquier fórmula. Es necesaria una estrategia.

León

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Cualquier negocio o profesional puede rentabilizarlas. «Pero mucha gente no es consciente aún del potencial que tienen, para todo el mundo». Eso sí, no vale cualquier cosa. Estar en las redes sociales desde el punto de vista profesional exige mesura y mensaje, sin contenido no hay «amigos» y sin «me gusta» no hay promoción posible. Comunicar a través de las redes requiere estrategia y cuidado de la imagen del negocio, pero ese es el camino del futuro. «El boca a boca ya no sirve. Hoy la gran calle céntrica llena de gente en la que tú puedes sacar tu cartel y dejar ver tu producto es Internet. Las redes, cada una con sus peculiaridades, son el camino. Y todo el mundo puede beneficiarse de ellas».

Lo sabe Óscar de la Huerga, que ha desarrollado la estrategia de un buen número de empresas leonesas, desde grandes industrias hasta autónomos. Especialista en diseño gráfico en identidad corporativa (crear la imagen de una empresa, desde su logo a tarjetas o uniformes), su trabajo en la presencia de sus clientes a través de una web adecuada va mucho más allá. La comunicación es la clave, y las redes la herramienta del presente.

De la Huerga inició su andadura en el universo tecnológico en el mundo de la animación y las 3D hace 20 años, «algo que entonces era supermarciano. Hacía animaciones con diskettes en los que sólo cabían tres imágenes, hacer un segundo de movimiento era toda una aventura».

Socio fundador de Imagen Industrial, en la que trabajó durante catorce años, hace tres decidió seguir en solitario con Estudio de la Huerga, centrado en el diseño web y las redes sociales. Aunque sus inquietudes le llevan también por otros derroteros de la imagen y la tecnología.

En el campo del cuidado de la imagen de sus clientes la estrategia en las redes tiene un lugar cada vez más importante. «No sólo hay que estar, sino que hay que saber estar. Ofrecer mensajes que tengan contenido, que den algo a tus contactos».

Es la forma de aprovechar un potencial del que «muchos no son conscientes, y que sólo va a consumirte tiempo, porque el resto es prácticamente gratuito». Sin embargo, De la Huerga insiste en la importancia de no cometer errores que «son frecuentes en las personas, pero no pueden darse en las empresas. No pueden ser insistentes hasta la pesadez, entrar en temas políticos, colgar cosas que no aporten nada,... Es una herramienta muy potente a la que todavía no se le da el valor suficiente, pero se trata de un canal único en el que, si eres una empresa, debes tener tu propia luz».

La hostelería y el turismo rural hace tiempo que entendieron el potencial de estas actuaciones, pero el diseñador está convencido de que cualquier tipo de negocio puede aprovecharlo. «Yo mismo soy seguidor de un cerrajero al que no conozco, pero me gusta lo que hace. Cuando necesite a uno, ya sé a quién voy a llamar».

Más allá de lanzar el mensaje de la empresa hacia sus clientes, De la Huerga recuerda la importancia de la información que los usuarios dan para orientar el negocio. «Es un feedback al que de otra forma no podrías llegar. Y además, este contacto fideliza a los clientes».

En el peor de los casos, «estar presente en estos nuevos foros nunca va a ser un perjuicio, sólo pueden obtenerse beneficios. Es una información muy concisa de tu negocio y tus necesidades». Porque las redes son una calle de doble vía. «No sólo tú puedes hacer ofertas, también los proveedores pueden localizarte en ellas para hacerte propuestas que quizá sean más ventajosas que las que estás utilizando en este momento».

Estudio de la Huerga tiene en León como clientes empresas grandes y pequeñas, muchas muy pequeñas. Desde empresas con departamentos de marketing propios a los que realiza diseños e imagen, webs o catálogos; a autónomos con los que pone en marcha webs y desarrolla actuaciones de promoción. «Mi universo es cualquier proyecto que quiera darse a conocer».

Frente al miedo de los pequeños a ponerse en contacto con él para lograr una ayuda que pueden considerar fuera de su alcance económico, el diseñador gráfico recuerda que «todo depende del nivel de conocimiento del usuario y su formación, pero sobre todo de sus necesidades. Por lo que cuestan dos cafés al día, por ejemplo, puede tener una tarifa plana mensual que permite asesoramiento permanente».