iristea nace con mucha vista

«La terapia visual no se refiere sólo a los problemas de la visión. De hecho su campo es mucho más amplio, y tiene que ver con todo el procesamiento de la información visual. Porque no vemos con los ojos, vemos con el cerebro. Con estas terapias se logran cambios en el software cerebral, y una notable mejora en las habilidades visuales». Habilidades válidas tanto para niños con problemas de aprendizaje o atención como para deportistas de élite, y miembros de las fuerzas de seguridad. Sin descuidar a los mayores, cuya pérdida de percepción puede verse compensada con ejercicios con los que retienen o ganan destrezas.

Sin embargo, la terapia visual es una gran desconocida en un universo tan cotidiano como el de las revisiones y tratamientos para la vista. Es también, por tanto, un campo con enorme potencial. Mucho más con el apoyo de las nuevas tecnologías. Del encuentro entre las experiencias y necesidades de los ópticos optometristas y los desarrollos tecnológicos nace ahora Iristea, una solución pionera a nivel mundial, ya que incorpora sensibles mejoras sobre los programas que ya se comercializan en otros países (como Estados Unidos o el Reino Unido), incorpora tecnologías de última generación y suma a las aportaciones terapéuticas soluciones para la gestión tanto de las fichas clínicas de los pacientes como de las empresas, con lo que aborda otro de los grandes problemas del sector.

La empresa leonesa Proconsi ha tenido la vista suficiente como para iniciar una nueva línea de negocio en este campo que, aseguran sus responsables, está apenas en sus inicios, pero tiene grandes posibilidades de desarrollo. Lo afirman Constantino Lázaro, director de Proyectos, y Carlos Mellado, coordinador comercial.

Los equipos de desarrollo de la solución tecnológica han contado con la dirección y el asesoramiento de Agustín Fragero, óptico optometrista y terapeuta visual. De la conjunción de sus experiencias ha nacido Iristea («iris, la parte más bonita del ojo, y Tea, la diosa griega de la visión; aquí nada se deja al azar», señalan).

El proyecto abre una nueva línea de negocio que Proconsi tiene intención de desarrollar, tras presentar estos días en el Congreso Internacional de Óptica y Optometría el lanzamiento comercial de su solución.

«Se trata del producto más avanzado a nivel mundial para los tratamientos de terapia visual, según los estudios de mercado que hemos realizado». Un producto en el que se utilizan pantallas de gran tamaño y resolución que son multitáctiles. Y que permiten personalizar, actualizar y compartir entre los terapeutas de momento 21 procedimientos de terapia visual («muchos más de los que cada terapeuta utilizaba hasta ahora, con un enorme coste en la implementación de nuevos procesos además»), señalan los responsables del proyecto.

La nueva línea de negocio que abre Proconsi con este proyecto se centra tanto en el desarrollo de nuevos procedimientos de terapia visual como en el de soluciones para la vista; así como en otros campos de la salud que de momento se encuentran en el ámbito de la confidencialidad.

Los aspectos del campo de la terapia visual que trata hasta ahora Iristea van desde la oculomotricidad hasta la percepción, localización e integración periférica, acomodación, integración visuomotora, integración visuoespacial, memoria visual, técnicas visoauditivas, enfoque y binocularidad, equilibrio,...

Un enorme espectro de tratamientos de dolencias, pero sobre todo de desarrollo de habilidades sensoriales (integradas, con lo que van mucho más allá de la propia visión), que obtiene de las nuevas tecnologías no sólo ampliar enormemente el abanico de ejercicios terapéuticos la posibilidad de hacer un estricto seguimiemto de la evolución clínica de quienes se someten a estas terapias.

Una de las grandes ventajas de la aplicación de las nuevas tecnologías a las terapias visuales es la posibilidad de seguir con mayor facilidad estos tratamientos en los ejercicios que no se realizan en las consultas, sino en casas. «Un ejemplo claro son los niños. Hasta ahora los ejercicios que les recomendábamos entre sesión y sesión en los centros tenían un carácter más de deberes que de diversión. Pero las nuevas tecnologías forman parte de su hábitat hoy. Jugar con pantallas o hacer ejercicios interactivos es un juego que les resulta familiar, así que esta solución nos permite encargar juegos, y no deberes, a los más pequeños. Y con ello sacar más rendimiento de las terapias».

No sólo a los más pequeños. La gran pantalla multitáctil que comercializa Iristea supera también con creces las posibilidades de entrenamiento de deportistas de auténtica élite. Por ejemplo uno de los que utiliza el piloto Fernando Alonso.

Porque Iristea permite que cada terapeuta que lo utiliza desarrolle su propio sistema de juegos para reforzar determinadas habilidades visuales. «Se trata de un refuerzo cognitivo, de la integración también de otros sentidos». Por eso el especialista dispone de un cuadro de mandos desde el que controla la pantalla sobre la que trabaja su paciente.

Puede así controlar la velocidad, el número de estímulos,... Y adaptarlos según la reacción del paciente a cada uno de los cambios.

Proconsi ha desarrollado hasta el momento 21 procedimientos de terapia visual, pero esto es sólo el comienzo. Iristea es ahora una solución tecnológica a las necesidades de un sector cuyas perspectivas de desarrollo están aún en sus inicios. Por eso, para la empresa tecnológica leonesa Iristea es sobre todo un nicho de negocio. «Las soluciones para desarrollar las habilidades y los procedimientos asociados seguirán evolucionando, siempre dentro de la colaboración de los equipos de desarrollo tecnológico con los especialistas en este campo». Un mundo aún desconocido por muchos, pero que abarca un espectro de tratamientos y enfoques creciente. Más en un mundo en el que la avalancha de estímulos hace cada vez más necesario centrar la atención. De los más pequeños y de los mayores. Y mejorar las capacidades de los demás. Un mundo en pleno desarrollo.