Diario de León

la manta para las abejas

el leonés José ELíAS González patenta un soporte geotérmico para aprovechar el calor del suelo en beneficio de la colmena. L a Oficina de Patentes y Marcas acaba de conceder al apicultor leonés José Elías González la patente para comercializar un soporte geotérmico que permitirá aprovechar el calor que desprende el suelo y transmitirlo a las colmenas, a la vez que aportará una solución para una de las enfermedades que más afecta al sector, la varroa.

José Elías González López es el inventor del soporte geotérmico para colmenas.

José Elías González López es el inventor del soporte geotérmico para colmenas.

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nuria gonzález | león
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El apicultor leonés José Elías González López ha patentado un sistema para aprovechar el calor del suelo en la mejora del rendimiento de sus colmenas. Cuenta que todo comenzó el pasado invierno cuando comprobó como dentro de una caja no llegaba la escarcha de la noche debido al calor que desprende el terreno. Así empezó a desarrollar una idea que el pasado mes de agosto se convertía en patente tras recibir el visto bueno de la Oficina Española de Patentes y Marcas. «Se me ocurrió aprovechar el calor del suelo para mantener la temperatura de las colmenas», recalca este inventor leonés que cuenta con unas 30 colmenas en Banuncias y que ha utilizado para todas las pruebas que requiere una investigación de estas características.

Se trata de un soporte geotérmico para colmenas de abejas que esté provista de fondo enrejillado, cuya finalidad estriba en aprovechar la energía geotérmica en beneficio de la homeostasis térmica de la colmena y que consiste en un recipiente en forma de prisma rectangular abierto por arriba y por un lado con un fondo metálico. El funcionamiento es sencillo. El aire con mayor temperatura se desplaza hacia las zonas altas, penetrando en la colmena a través del enrejillado. Por el contrario, el aire frío, más pesado, desciende al fondo del soporte.

Este soporte metálico tiene una parte inferior que ira enterrada en el suelo y que puede ser de forma cilíndrica o rectangular, construida con materiales impermeables que permite un aprovechamiento óptimo del calor de origen geotérmico en beneficio de la colmena. El soporte superior es un recipiente en forma de prisma rectangular abierto por arriba y por un lado y con fondo metálico, de medidas similares a la colmena en la que se vaya a colocar. El lado abierto de este soporte, queda cerrado por una tapa convenientemente aislada que será extraíble o abatible. Así mismo a esta tapa se le ha practicado una amplia abertura protegida por una fina tela metálica que impide el paso de insectos y roedores al interior del soporte.

Mediante el uso de estas dos partes, con penetración en el interior de la tierra (parte inferior) y contacto con la misma (fondo del soporte superior) calientan el aire presente creando una corriente que desplaza el aire con mayor temperatura hacia zonas más altas, en este caso hacia la colmena, y por el contrario el aire frío desciende hasta el fondo del soporte. «Todo ello da lugar a minimizar las pérdidas de calor en la colmena en los momentos de temperaturas más bajas», resalta este apicultor que añade que este flujo de aire ascendente se detiene cuando la temperatura en la parte inferior de la colmena es superior a la temperatura del interior del soporte. «Cuando la temperatura de la parte baja de la colmena es inferior a la del aire recluido en el fondo del soporte se vuelve a activar el sistema, equilibrándose así la temperatura de una forma natural y automática», señala el autor de esta invención.

Añade que el soporte no sólo retiene el calor sino que también aisla la colmena de la humedad, algo muy importante. Con este sistema las colmenas alcanzarían una temperatura de cuatro grados más en las noches de invierno lo que evitaría que las abejas tuvieran que trabajar tanto para mantener el calor de las colmenas. «El frío llega más tarde y en menos grados», dice este apicultor que remarca que las abejas tendrían que hacer menos esfuerzo en las noches de invierno.

De igual forma, gracias a este sistema se controla la temperatura en épocas de calor. José Elías González hace hincapié en que las temperaturas altas calientan en exceso el interior de la colmena poniendo en peligro la integridad de los panales. Por ello, en estos casos, las abejas se ven obligadas a destinar parte de sus efectivos a tareas de refrigeración forzando la entrada de aire por el hueco de la piquera, disminuyendo la capacidad productiva de la colmena.

Gracias a la amplia abertura protegida por una fina tela metálica que posee la tapa posterior del soporte superior se crea una corriente de aire entre esta abertura y la piquera, contribuyendo así a la refrigeración de la colmena.

La única finalidad de este soporte no es sólo aprovechar la energía geotérmica sino también hacer frente a una de las enfermedades que más afectan a las colmenas y que requiere el tratamiento con productos químicos. Se trata de la varroa, una enfermedad persistente que provoca importantes pérdidas. Así, los parásitos de la colmena, a través del enrejillado caen y quedan atrapados en el fondo del soporte, consiguiéndose su eliminación sin necesidad de utilizar productos químicos.

El soporte superior en su parte alta y en todo su perímetro está provisto de una lámina lisa y plegada hacia abajo, sirve para impedir el acceso a la colmena de los parásitos que se desprenden de las abejas y caen al fondo del soporte a través de la rejilla. Con este sistema los parásitos (varroas, piojos, etc) quedan atrapados en el hueco del soporte superior, o en el fondo de la parte inferior, llegando incluso a no ser necesaria la utilización de ningún producto químico para eliminar los parásitos de las abejas.

«Por todas estas razones, las colmenas que vayamos a usar, deberán ir provistas de fondo enrejillado que impida el acceso de las abejas a la cámara del soporte pero permita el intercambio de aire entre esta y la colmena y además permita la caída de suciedad y posibles parásitos al interior del soporte», asevera este apicultor que relata «los productos químicos utilizados para el tratamiento de esta enfermedad, hoy por hoy, son muy agresivos y utilizados de forma constante pueden provocar que queden restos en la miel». Algo que con este nuevo sistema queda totalmente descartado. «Simplemente las varroas no llegan a la colmena», indica.

La amplia tapa que ocluye la parte del soporte superior, al ser totalmente extraíble, permite realizar labores de higiene y desinfección de la colmena de forma cómoda y rápida y, lo que es más importante, sin molestar a las abejas. También permite la observación de las abejas de la colmena a través de la misma, lo que facilita la inspección de la caja de cría, en cualquier momento sin alterar a las abejas. El invento está en periodo de pruebas en las colmenas de varios apicultores de esta zona. Además, todos aquellos que quieran conocer este sistema pueden acercarse al Grupo ILE, en Ribaseca, dónde está expuesto este invento que tendría un coste que rondaría los 20 euros, similar al que cuestan los fondos sanitarios para evitar las varroas. José Elias González destaca las ventajas de este invento que supondría «mantener las colmenas más sanas y fuertes, disminuir el índice de mortandad de las abejas, mejorar la lucha sanitaria y la calidad de la miel».

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