un minuto para triunfar
emprendedores exponen sus proyectos en el primer Elevator Pitch de CelWorking . L os pusieron de moda las escuelas de negocio y dicen tanto del proyecto como de quien lo emprende. Son los elevator pitch, un breve discurso para una idea con pellizco suficiente como para que capte la atención de un inversor y despierte su curiosidad hasta una reunión posterior, en la que ampliar la propuesta.
Elewator es el primer elevator pitch que la empresa CelWorking organiza en León.
Se llaman así porque todo eso debe conseguirse en el tiempo que tarda un ascensor en hacer su viaje. Y ahora están al alcance de estudiantes y emprendedores leoneses de la mano de CelWorking, que cumple así su compromiso de ser mucho más que un centro de coworking. El emprendedurismo es su filosofía y a ella se entregan.
Esta empresa, que está dando sus primeros pasos en León con la intención de convertirse en un proyecto a escala nacional, organiza su primera convocatoria elevator pitch en León. Buscan talentos innovadores, creativos y con potencial para ponerlos en contacto con inversores. Y sentar así las bases de nuevas empresas.
El Elewator (como han bautizado su elevator pitch), consiste en invitar a «estudiantes con espíritu emprendedor o empresarios que busque financiación para sus ideas a que expongan sus proyectos», señala Ernesto González Castañón. «Se trata de que condensen en sesenta segundos los atractivos y potenciales de su idea para conseguir una reunión posterior con el inversor, y conseguir así poner en marcha su proyecto».
El concurso de ideas está ya en marcha. Los emprendedores tienen ahora hasta el 18 de octubre para presentar su candidatura. El sistema está claramente regulado en unas bases que especifican que quienes deseen participar deben grabar un vídeo de 60 segundos. Los residentes en León lo harán directamente en la sede de CelWorking, tendrán tres oportunidades para grabarlo y elegirán la que más les satisfaga para entregar al jurado. Quienes no residan en León deberán enviar a la empresa su vídeo, con las características que se especifican en la web.
«Los candidatos tienen que explicar de manera muy clara y concreta la actividad que pretenden desarrollar y su estrategia, pero también el modelo de negocio, para intentar captar la atención de los inversores».
Los vídeos se subirán a partir del 18 de octubre a YouTube, y se promocionarán a través de una página que permitirá también a quienes la visiten votar por las ideas que les parezcan más brillantes. Los cuatro proyectos que reciban más votos pasarán a la final, junto con otros cuatro que seleccione el jurado. «La idea es que participen en esta final tanto los buenos proyectos como aquellos emprendedores que hayan sido capaces de comunicar mejor su idea».
Los ocho tendrán el día 11 de noviembre la gran oportunidad para hacer realidad su idea. Entonces tendrán dos minutos para defender de nuevo su proyecto emprendedor, y deberán enfrentarse también a las preguntas del jurado durante otros dos minutos.
Será entonces cuando el jurado, «que estará compuesto por expertos en diversas materias relacionadas con el mundo empresarial», elegirá a los tres mejores. Cada uno de ellos recibirá un premio en metálico de 1.000 euros, y la posibilidad de que haber despertado el interés de quienes tienen financiación disponible para materializar el proyecto.
Una oportunidad que se abre a cuantos participen en esta final, que concluirá con un acto social en el que inversores y emprendedores podrán hablar directamente para establecer contactos. Y quizá el germen de nuevas empresas con un prometedor futuro.
Contactos que seguramente se establecerán también, a lo largo del concurso y en este último encuentro físico, entre los propios emprendedores. Es otra forma de llevar a cabo la filosofía del coworking, el estar en contacto con otros emprendedores y con creativos en otras materias para crear las sinergias de las que puedan surgir proyectos empresariales más completos y más competitivos.