¿A qué huelen los negocios?

Flota en el ambiente. Lo purifica, pero además le da una personalidad determinada. Más allá de la «estética» de un olor agradable y un entorno sano, tiene un enorme potencial de sugerir. Una envoltura invisible que gana adeptos en León.

Se llama Mini Desv y aparentemente es una discreta pantalla casi invisible. Pero es capaz de transformar el ambiente que se respira en una oficina, una consulta, un negocio, una residencia de ancianos, un comercio, un hotel,... Cada local tiene decenas de propuestas entre las que elegir, y por apenas un euro al día (y un gasto energético que no alcanza el euro anual) un mantenimiento que garantiza que 24 horas al día el entorno conserva una constante sensación de bienestar.

Desinplag es la empresa leonesa que instala y mantiene en la provincia este sistema,que cuenta cada vez con más adeptos, pese a la resistencia al gasto de las empresas en tiempos de crisis. «Lo prueban, y lo quieren para ellos», explica Alberto Lozano, responsable de calidad de la compañía.

Mini Desv está diseñado para pequeños espacios o negocios, con sistemas de climatización propios, aunque también se instala en espacios más grandes como centros comerciales, oficinas, residencias de la tercera edad,... Cada aparato permite atender una superficie que varía entre los 100 y los 150 metros cuadrados. «Una de sus funciones es filtrar el aire. Cuenta con un sistema de aborción que retiene las partículas que se encuentran en suspensión en el ambiente, las retiene en sus filtros y lanza un aire limpio y perfumado».

Entre sus ventajas, señala Lozano, a parte del agradable ambiente que produce está la calidad del aire que se respira. «Desde el punto de vista de la aromatización, hasta ahora los sistemas existentes se basaban en la pulverización, que a veces llegaba a producir manchas. Y tiene el inconveniente de que cuando sale huele muy fuerte, y luego va desapareciendo».

El mecanismo que instala Desinplag trabaja «durante las 24 horas al mismo ritmo». Es capaz de filtrar 25 metros cúbicos de aire cada hora, y siempre mantiene la misma intensidad en el olor. «Todo ello con un consumo que viene a ser el de dos pilas, con un transformador similar al de los teléfonos móviles, cuyo gasto se calcula en unos 20 céntimos al año».

Muchas de las ventajas que supone el sistema para la salud tienen especiales beneficios para las personas alérgicas, aunque también evita en buena medida contagios de tipo catarros o gripes, algo siempre interesante en espacios por los que transitan muchas personas.

Las ventajas de las fragancias que desprende el sistema tienen también un claro componente comercial y de marketing. «Por ejemplo, muchas tiendas de dulces o golosinas ponen cerca de sus puertas estos sistemas, con un aroma de gominolas o chuches. Sólo pasar por delante de ellos lleva a la mente un olor que despierta el deseo de consumirlo. Es un potente reclamo comercial, eso está demostrado en estudios».

La oferta que cubre desde el punto de vista del marketing olfativo es enorme. «Tenemos más de cuarenta fragancias entre las que se puede elegir, y los gustos en este sentido son muy variables. Muchas personas nos sorprenden. Por su tipo de negocio o su perfil pensamos que pueden identificarse con unos aromas, y escogen otros completamente distintos. Pero esos son los que reflejan su personalidad, o lo que quieren transmitir en ese momento, que puede cambiar después».

Los aromas van desde fragancias como la de Hugo Boss (una de las más demandadas en tiendas y hostelería) o Nenuco hasta polvos de talco, lavanda, manzana, bollería, hierba recién cortada, mojito, té blanco, golosinas, cola, café,... «Todo aquello que puede resultar agradable, o que puede estimular el deseo de aquello que oferta el negocio».

Se trata de un mercado que apenas da sus primeros pasos en León, incluso en España, pero que en países como Estados Unidos ha llegado a ser incluso obligatorio en determinados espacios colectivos de varios estados, como centros comerciales, oficinas o instituciones.

Un asunto que está muy relacionado también con la atención que se presta a los sistemas de climatización y cuidado del aire que se respira en los locales que cuentan con circuitos cerrados de ventilación. Algo en lo que Desinplag lleva años volcada.

«Nuestra especialidad en la higienización de estos sistemas de climatización, para lo que contamos con todo tipo de maquinaria específica». El responsable de calidad de la empresa leonesa reconoce que en este campo queda mucho camino por recorrer en España, aunque se ha avanzado mucho en los ambientes especialmente sensibles, como los de los hospitales, y más concretamente los de los quirófanos.

«En las películas americanas cuando alguien se escapa por los sistemas de ventilación están muy limpios. Aquí se encontrarían en general un panorama bien distinto...». Y es que la normativa en este campo se desarrolla con lentitud, «a pesar de que la Organización Mundial de la Salud lleva años advirtiendo contra las consecuencias de los edificios enfermos».

Alergias, contagios, gérmenes y bacterias que podían evitarse con una limpieza adecuada, que tiene ya desarrollados todos los robots y maquinarias necesarios para llevarlo a cabo. La empresa leonesa cuenta con estos robots, desde los pequeños de inspección a los de limpieza. «La normativa actual a menudo no llega ni a un acuerdo sobre los niveles de hongos o bacterias aceptables en determinados ambientes, pero la tendencia es desarrollar un marco que obligue además a atender estos ambientes».

La mejor muestra de los resultados es la respuesta que obtienen en Desinplag cuando realizan una limpieza en los sistemas de climatización de algunos edificios de trabajo. «Los empleados siempre comentan que se encuentran mucho mejor». En hospitales y quirófanos, la cuestión es de vida o muerte. Y ahí sí se ha avanzado mucho en las exigencias.