La nube ES AÚN demasiado virtual

Tiene enormes ventajas, desde económicas a las de seguridad, accesibilidad, servicios, outsourcing,... Pero muchos la tienen allá donde su nombre indica: en la nube. En la niebla del desconocimiento, de la desinformación. De la lejanía, al fin. Pero sus potenciales están muy cerca. Y son contantes y sonantes, cuantificables y cualificables. Desarrollar prototipos para impulsar los escritorios virtuales, federar servicios de colaboración y seguridad y universalizar la utilización de los servicios cloud a administraciones y consumidores privados es el objetivo de un proyecto europeo de carácter transnacional que lidera la Fundación del Centro de Supercomputación de Castilla y León. Sanidad, educación, administraciones, empresas, particulares,... Las posibilidades son infinitas, rentables y accesibles. Están ahí, pero hay que desarrollarlas y darlas a conocer.

Ese es uno de los objetivos del Proyecto FI4VDI, el Desarrollo de una res de Infraestructuras Federadas para la Generación de Servicios de Virtualización de Puestos de Trabajo, que se enmarca en la planificación europea de desarrollo de los países del sur de Europa, tiene carácter transnacional y está liderada por la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León.

La propuesta, impulsada desde León, tiene siete socios y un presupuesto de 860.000 euros, para desarrollar prototipos de puestos de trabajo virtuales en distintos campos de actuación. El plazo de desarrollo concluye a finales de 2014, según explica Carlos Redondo, director general de la fundación.

Además, el proyecto europeo tiene la misión de crear redes estables de cooperación en materia tecnológica, de forma que los centros públicos compartan investigación y servicios.

Aunque la finalidad principal es mejorar la accesibilidad a las redes de información, de forma que el desarrollo urbano sea sostenible y aproveche la cooperación para mejorar la posición internacional de las regiones que colaboran. En este sentido, Redondo hace hincapié en la oportunidad de que los ayuntamientos de León, Ponferrada y San Andrés del Rabanedo formen parte de esta experiencia que va más allá de las fronteras nacionales.

La federación de infraestructuras cuenta con la participación de centros que pertenecen a España, Francia y Portugal. En España participa la Fundación del Centro de Supercomputación de Castilla y León (FCSCL) como beneficiario principal, la Fundación Computaex (Computación y Tecnologías Avanzadas de Extremadura), la Universitat de Lleida, la Agrupación Empresarial Innovadora para la Seguridad de las Redes y los Sistemas de Información, y el Consorcio Parc Científic i Tecnològic Agroalimentari de Lleida. En Francia la institución que forma parte del proyecto es la Université Montpellier 2 Sciences et Techniques. Y en Portugal participa Inova-ria – Associação de Empresas para uma Rede de Inovação em Aveiro Associação empresarial.

La filosofía que impulsa este proyecto se basa en que la penetración del cloud computing tanto en la administración como en las empresas «está resultando lenta, y en consecuencia están desaprovechándose las ventajas competitivas que esta tecnología puede proporcionar». Por eso la UE quiere que los centros de I+D+i se afanen en transferir el conocimiento de esta tecnología y la utilización de escritorios virtuales a los clústeres empresariales, para «contribuir al desarrollo de la economía y de la sociedad».

«El escritorio virtual consiste en que desde cualquier dispositivo móvil pueda accederse a los documentos como si se estuviera en el propio ordenador. Con la ventaja de que éste no existe físicamente, se ubica en un centro (por ejemplo, el Centro de Supercomputación) y ofrece los servicios que se requieren en cada momento, sin necesidad de contar con un soporte físico. Lo que permite prescindir de las licencias de cada sistema, equipos, actualizaciones, formatear equipos,...», explica el director general del FCSCL.

Una propuesta especialmente eficaz para grandes organizaciones, que pueden «montar» tantos ordenadores como requieran en cada momento. «El servicio sanitario puede necesitar 15.000 ordenadores por las mañanas, pero sólo utiliza 5.000 por las tardes y apenas un millar por las noches. ¿Para qué disponer todo el tiempo de todos los ordenadores, con el trabajo y el coste que supone tenerlos todos en funcionamiento y al día?».

De hecho, aunque en un primer momento las licencias son caras, «los expertos han calculado que el ahorro de tener los escritorios virtuales es de más de un 50% sobre los sistemas actuales. Sin contar con las necesidades de mantenimiento, o la posibilidad de perder información; mientras que en la red los datos están a salvo», destaca Redondo.

Por eso el FI4VDI propone crear una infraestructura basada en el cloud computing «federada y transfronteriza, utilizando los diversos recursos disponibles en diferentes centros de supercomputación, ubicados en distintas regiones europeas y destinados a generar servicios altamente innovadores».

Servicios que se realizan mediante un PaaS (platform as service) y SaaS (software as service) que permiten generar servicios de virtualización de puestos de trabajo para usuarios públicos y privados. Un desarrollo que garantiza la protección de datos y las normas de seguridad de la información.

El proyecto contempla el desarrollo de cuatro prototipos, aunque Carlos Redondo confía en que se desarrollarán algunos más. Uno de ellos será el escritorio virtual para gestión universitaria y académica, a través de la administración electrónica. «Tienen la capacidad de ser replicados entre universidades y gestionados por los mismos recursos. El sistema se monta una vez y se clona las veces que se considere necesario, no necesita crearse en cada uno de los puestos donde vaya a utilizarse».

Otro de los prototipos se refiere a la gestión sanitaria, a través de un modelo de gestión y formalización del conocimiento. «Desde el Hospital de León se desarrolla un modelo que permitirá seguir la traza de los pacientes en todos los aspectos posibles, es un modelo de gestión de la información».

El escritorio virtual para la Administración Pública se desarrolla a través de la Red de Municipios Digitales, y permitirá una aplicación que «gestione bajo demanda ciertas especificidades ligadas a la Ley de Protección de Datos».

Por último, se desarrolla un escritorio virtual outsourcing, que permite la externalización de recursos y servicios para empresas, que pueden tener una mayor eficiencia de las prestaciones.

Según se establece en el proyecto, «la finalidad de estos prototipos es su transferencia como modelos para su utilización en otras empresas e instituciones, con el objetivo final de una mejora en la competitividad de todas ellas mediante el conocimiento transferido, aprovechando plenamente las capacidades que proporciona una estructura federada». El objetivo pasa también por conseguir «una garantía de perdurabilidad e implantación a largo plazo de las tecnologías cloud para los fines empresariales».