Diario de León

tecnología. Casas con abrigo de lana

Javier Muñoz Monge.. El arquitecto promociona el uso de la lana de las ovejas como aislante de los edificios. E s lo último en aislantes. Natural, ecológico y hasta lógico. El arquitecto soriano Muñoz Monge trabaja con la lana de las ovejas para aislar los edificios del frío, el calor y el ruido.

Javier Muñoz Monge, arquitecto soriano promotor del proyecto ‘Lana de Soria.

Javier Muñoz Monge, arquitecto soriano promotor del proyecto ‘Lana de Soria.

Publicado por
Concha Ortega | data
León

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La capacidad aislante del frío de un buen vellón de lana de oveja es bien conocida y su uso textil está extendido desde tiempos remotos. El arquitecto soriano Javier Muñoz Monge ha acomodado esa propiedad a su campo de actuación hoy en día y lidera un proyecto para potenciar el uso de la lana en los edificios al entender que es un buen termoacústico, respetuoso con el medio ambiente, y que su uso permitiría aprovechar el recurso ganadero ovino, ahora en declive.

«Para rehabilitar unas 400 viviendas necesitaríamos la lana de 10.000 ovejas», calcula Muñoz Monge, para quien «es una pena que se esté tirando la lana que se esquila y que encima la carne se valore tan poco». El arquitecto soriano reconoce que el proyecto «es complejo y complicado», pero entiende que tiene «ventajas enormes frente a otros materiales, entre otras la de no emitir CO2 en su fabricación».

La idea de aprovechar la lana de oveja como aislante comenzó a tomar fuerza con «un viaje que hicimos a Mongolia, y donde vimos que la lana podía crear condiciones de confort» en las casas y con temperaturas de hasta 50 bajo cero en el exterior. La pregunta que se hizo el arquitecto soriano con 30 años de experiencia es «¿por qué no lo podemos hacer en Soria y Castilla y León?».

Muñoz Monge explicó la iniciativa en noviembre del pasado año en un encuentro de ‘emprendimiento verde’ de creación de empresas y desarrollo de modelos de negocio en Madrid. En la sesión, el ponente detalló cómo su empresa está recuperando la lana de oveja para su uso como aislante en edificación. Su idea caló en el Congreso nacional de Medio Ambiente.

El pasado año, el proyecto ‘Lana de Soria’ recibió el premio al mejor ecoemprendimiento otorgado en el marco de los galardones de El Hueco Starter, entre 14 proyectos sacados adelante por 18 participantes en el concurso de emprendedores.

La lana está considerada como un material aislante eficaz, utilizada en Castilla y León principalmente en prendas de vestir o para los colchones. Los nómadas mongoles ya usaban almohadillas de fieltro de lana de oveja y tejidos como una capa aislante en las paredes y los pisos de sus viviendas.

El arquitecto soriano recuerda que la utilización de la lana en la construcción «es prácticamente desconocida en España». En la actualidad el uso de la lana para el aislamiento está empezando a subir en popularidad en Europa, Australia. Canadá y Estados Unidos, principalmente.

Negocio para los criadores

Javier Muñoz ve que el uso de la lana de oveja en la construcción supondría «una oportunidad de negocio» para los ganaderos de ganado ovino. El incremento de la demanda supondría «tanto una mejora en la explotación como el aumento de nuevas instalaciones».

La venta de la lana de Castilla y León para la construcción «ya tendría parte del marketing hecho». Para Muñoz Monge, la provincia y la Comunidad, tienen ya reconocida fama de ser zonas frías, donde la climatología es dura «por lo que utilizar aquí la lana sería una buena muestra de la adaptación como aislante en las viviendas, en una ventaja competitiva».

El uso y aprovechamiento de la lana para los edificios permite, para los promotores de este material, favorecer a los distintos sectores de la economía, como el primario con el ganado; el secundario con la transformación en productos y en el terciario como servicio para la reducción del gasto energético.

Para Muñoz Monge la «transformación de la lana en aislante no es complicada». Un requisito inicial es el lavado de la lana y otro obligatorio es el tratamiento adecuado para prevenir el material contra los insectos. Posteriormente, debería de cumplir todo el proceso para alcanzar la homologación en el marco de los materiales para la construcción. Los técnicos ven que su proyección encajaría bien con las exigencias de la Unión Europea para el aislamiento de los edificios antes del año 2020.

La adaptabilidad de la lana permite su utilización en paneles, con lo que se puede entroncar con el sector de la madera e involucrar a las empresas madereras, implicadas también en la construcción.

El arquitecto Javier Muñoz confía en que en España «demos más importancia a lo ecológico y natural». Para el técnico «cuando en otros países se está potenciando todo lo que es bio o eco aquí nos sigue pareciendo algo raro».

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