Estudiar el ‘alma’ humana
Esther Álvarez García.. alumna brillante de lingüística, investiga los procesos cognitivos.
Esther Álvarez García investiga en la ULE los procesos cognitivos del lenguaje.
Busca respuestas en una rama científica super compleja pero que, paradójicamente, es de uso diario y casi ni le prestamos atención. Esther Álvarez, 24 años, es un número 1 en la Universidad de León en Lingüística. Estudia los procesos cognitivos para la simplificación del sistema de elementos del español desde una perspectiva psicolingüística. Dicho así, un trabalenguas. Ella lo explica, además, de otra manera.
«El lenguaje es un aspecto fundamental de la vida diaria de todas las personas, aunque muy pocas veces somos conscientes de su importancia. Con el lenguaje podemos hacer desde cosas que podemos considerar muy simples, como preguntar la hora a una persona, hasta cosas que consideramos mucho más complejas, como acceder y comprender cualquier tipo de conocimiento. Solamente cuando esa capacidad lingüística falla, como puede ser en el caso de una patología, nos damos cuenta de lo importante que es el lenguaje para nuestro desarrollo en la vida de forma eficiente y de que bajo esa aparente simplicidad con la que manejamos el lenguaje se esconden procesos muy complejos», dice. Y eso es lo que busca. Algo vital porque, añade, «el lenguaje es uno de los rasgos que nos define como humanos y, por ello, un mayor conocimiento sobre cualquier aspecto lingüístico puede ser realmente beneficioso».
De momento, Esther Álvarez lo ha hecho de una forma brillante, a tenor de sus calificaciones en la carrera: 9,53 de nota media.
Está haciendo el doctorado pero con la vista puesta en su próximo proyecto: estudiar el procesamiento cognitivo y la adquisición de la estructuras argumentales de los verbos. Quiere averiguar si se debe al aprendizaje. Y, además, cómo se realiza ese proceso.
La investigación es su aspiración profesional. Y no dudará en irse de España si aquí no lo consigue. Ya ha vivido fuera y no siente ni vértigo. De hecho, piensa que todo el mundo debería darse una vuelta por otros países para enriquecerse y aprender a respetar «otras formas de ser y de vivir», aunque lamenta la situación de su generación.
«Es una pena que tengamos que volver al siglo pasado en el que mucha gente tuvo que emigrar a países europeos para poder optar a un futuro profesional, sobre todo, porque durante años se ha estado invirtiendo en la educación y formación de estos jóvenes, inversión que va a reportar sus frutos a otros países», dice.
Crítica con las inversiones en I+D+i en España, cree que es vital inyectar fondos para encontrar la rentabilidad a las investigaciones.
Empezó Filología Inglesa pero en primero descubrió su pasión por la Lingüística y cambió de rumbo. Recuerda especialmente a una profesora, Marina Maquieira, y un dicho permanentemente en boca de sus padres: quien siembra, recoge. Ella lo practica.