Tecnología. En busca del robot periodista
En plena revolución tecnológica, un fenómeno del que no escapa el periodismo, la idea de implantar robots periodistas que sustituyan a los profesionales del sector en sus funciones en las redacciones es actualmente pura ciencia ficción pero algunos grandes medios dan ya sus primeros pasos en esa línea.
Tanto para la creación, como la edición y difusión de sus informaciones, actualmente en todo tipo de canales y formatos, son indispensables ya aparatos tan comunes como ordenadores portátiles y demás dispositivos móviles con cámaras y acceso a internet, correos electrónicos o redes sociales.
Según el profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y director del departamento de proyectos periodísticos, Ramón Salaverría, existen ya empresas y aplicaciones que elaboran de manera autónoma informaciones periodísticas, aunque todavía de forma muy básica. A partir de combinaciones algorítmicas de distintos elementos, algunas pueden construir frases y textos «pero todavía muy limitados y vinculados a noticias previas en bases de datos». Pero ya se empiezan a manejar así informaciones del ámbito bursátil, deportivo o meteorológico, cuyos datos se vinculan con «estructuras combinatorias lingüísticas relativamente simples».
En España, alguno de los grandes medios de comunicación difunde ya relatos breves, minuto a minuto, sin intercesión humana, a modo de pequeños tuits informativos, y a partir de datos de sensores y combinaciones algorítmicas, por ejemplo, partidos de fútbol.
«Lo que veo muy complicado —asegura— es que informaciones complejas y profundas puedan llegar a realizarse con máquinas autónomas alguna vez, ni siquiera en el futuro más lejano».
Para ciertos textos, la presencia de máquinas puede tener «algún tipo de encaje» pero no tanto en lo que se refiere a «la información con mayúsculas»; en ese sentido, los robots periodísticos «estarían muy lejos siquiera de la posibilidad de hacer sombra a los profesionales del sector».
Temores generalizados hace unos pocos años, como el del llamado periodismo ciudadano, por la capacidad de toda persona de crear y transmitir información con su dispositivo móvil y las redes sociales, se han ido evaporando y se ha demostrado que el fenómeno no anula al periodista sino que le ayuda en sus labores.
Tampoco ha prosperado, al menos entre los grandes medios de comunicación, la presencia de ese perfil de periodista orquesta, es decir, para todo, porque se ha probado que «quien mucho abarca poco alcanza». Paradójicamente está aumentando la especialización dentro de las redacciones.
Y aunque la idea del robot periodista en las redacciones es hoy por hoy ciencia ficción, existen ya algunos tipos de software que filtran información y realizan procesos de selección de noticias; eso podría suponer un primer paso hacia ese futuro muy lejano, en el que las máquinas a lo mejor podrían comportarse como periodistas.