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EL NUEVO IDIOMA. Lenguaje a la carta del 2.0

Internet y Whatsapp imponen una nueva comunicación universal. C omunicación universal, lenguaje único. Internet y sus múltiples canales de interconexión derriban en cada paso las barreras de los idiomas, una frontera cada vez más difusa que la mensajería a través de los teléfonos móviles y sus emoticonos han contribuido también a diluir. Comunicación global para formas de expresión cada vez más diminutas.

Publicado por
A.G. Puente | león
León

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El límite de los 140 caracteres para un tuit supone únicamente un ejemplo del universo generado en la nueva comunicación que imponen las redes sociales y los mensajes de telefonía móvil. Límites físicos con efecto dinámico que contribuyen a una comunicación guiada por dedos hábiles y la urgencia de la respuesta inmediata. Correos electrónicos, blogs, chats, comunidades virtuales, Facebook, Twitter, la amplia e infinita carta de Internet... obligan a un lenguaje 2.0 que no sólo genera palabras hasta la generalización de este mundo virtual nunca escuchadas, sino que ordena la necesidad de adaptación urgente del cerebro para no perder el vértigo del siglo XXI.

Cientos de neologismos en inglés, manipulación de la ortografía convencional, obviar las mínimas normas esenciales de la gramática, el hachazo hasta el límite de cada palabra para convertirla en una abreviatura prácticamente ininteligible y el exceso de emoticonos dictan el lenguaje 2.0, donde la emoción de la voz, el rostro de los interlocutores o el idioma de los gestos del cara a cara llevan el camino de convertirse en historia.

Las propias pantallas de los diversos medios a través de los que nos asomamos al mundo virtual invitan o propician esa informalidad en el lenguaje, que ya ha saltado a la escritura tradicional y está colándose en los diccionarios como términos aceptados.

Una batalla abierta entre la libertad y la universalidad impuestas por Internet y la propia corrección y riqueza de lenguas con siglos de historia. El ciberlenguaje impone claridad, sencillez y precisión y, por supuesto, la inmediatez que roza ya la obsesión.

La denominada sociedad del conocimiento requiere de universalidad y versatilidad. El lenguaje sigue ese camino y la pugna está abierta. ¿Corrección o inmediatez? ¿Dónde residen las barreras de la comunicación?

Un universo que los expertos no cesan de analizar y cuyo trepidante avance atropella cada día a los sorprendidos guardianes de la lengua, preocupados por preservar las palabras y normas gramaticales que custodian con celo. La pantalla abre mundos 2.0, el idioma universal de la Red de redes.