ª1. Investigar con cabeza

Cree, sobre todo, en la colaboración. En la aportación personal a grandes proyectos. Y en eso anda metida Sandra Fuertes Álvarez, una joven investigadora leonesa, en la búsqueda de soluciones para el párkinson o el alzhéimer. Impresiona su currículum y asombra su modestia.

Veamos. «El hecho de pensar que cualquier descubrimiento, por pequeño que sea, puede ayudar a otros investigadores a avanzar en el conocimiento o cura de enfermedades neurodegenerativas hace que con cada pequeño paso te sientas realizado», dice. Más clarividencia. «El mundillo científico en muy duro y muy competitivo… tanto que llega a ser desesperante, por lo que si no te apasiona lo que haces es muy complicado aguantar el ritmo». Otra prueba más: «La principal dificultad para trabajar en investigación en España es la falta de recursos. España está formando gente muy cualificada pero al no invertir en investigación, esta gente tiene que irse fuera para poder trabajar para lo que se han preparado. Así la fuga de cerebros es tal que da vergüenza». La penúltima: «Los recortes a los que someten a los grupos de investigación son abusivos, y hace que mucha gente tenga que cerrar sus laboratorios por no tener dinero para investigar ya que los productos que se usan, los equipos que se necesitan, el mantenimiento de animales de investigación, la contratación de personal… todo es necesario para una investigación de calidad y conlleva un elevado coste necesario si queremos mantener un nivel de investigación competitivo y de calidad». Y la última, contundente: «Siento una indignación profunda, que siente toda España, por la vergonzosa ‘calaña’ de políticos-ladrones que ‘nos representa’. En cuanto a la educación más básica, creo es necesario que la clase política se dé cuenta que la educación no se toca. No es bueno que cada vez que se cambia el ‘color’ de la Moncloa se cambien los parámetros que rigen la educación, debería ser un pilar acordado e intocable, donde no se deberían hacer recortes de ningún tipo ya que son los adultos del mañana y su formación es esencial. En cuanto a la falta de recursos en ciencia, es una vergüenza que dejen a la ciencia sin fondos. Unos se van y los que nos quedamos no tenemos dinero para investigar en condiciones. Así toda la ciencia puntera está fuera de España, y eso también es una forma de perder dinero».

No habría más que decir si no fuera porque Sandra Fuertes tiene un currículum brillante, aunque ella dice con gracia que siempre fue «de la zona del medio», de notables, y es una de las promesas de la ciencia en León, si no se ve obligada a dejarlo. Investiga en el cerebro del ratón la proteína p73 en la formación de uno de los nichos neurogénicos: la pared del ventrículo. «Es uno de los que se mantienen activos produciendo neuronas durante toda la vida, por tanto es muy importante entender su regulación con el fin de entender un poco más las enfermedades neurodegenerativas», explica.

«Intentamos aportar nuestro granito de arena en entender un poco mejor el funcionamiento del cerebro», añade esta investigadora de 29 años que trabaja en el Laboratorio de Diferenciación Celular del Ibiomed de la Universidad de León con las doctoras Carmen Martín y Margarita Marqués, dos referencias en el mundo científico.

Compagina su investigación con la tesis doctoral y con publicaciones en revistas científicas. Ha participado en un experimento en colaboración con el laboratorio de Jens Schwamborn de la Universidad de Luxemburgo estudiando una proteína implicada en la enfermedad de párkinson y tiene pendiente un proyecto con una empresa cordobesa sobre la diferenciación de células troncales neurales a neuronas olfativas.

Conviene pensar que, si hay un poco de cerebro en este país, Sandra no tendrá que irse de él. Y, claro está, que podrá seguir investigando.