Derecho por decisión

Estudiaba bachillerato por la modalidad de Ciencias de la Salud cuando comprendió que su futuro no estaba en ese camino. Así que acabó sus estudios con matrícula de honor y emprendió un nuevo camino. Fue derecho a Derecho. «La decisión fue un poco a la aventura porque mi aproximación al mundo del Derecho era nula, ningún familiar había estudiado esa carrera y en el instituto no se imparte ninguna asignatura en la que se haga siquiera un mínimo acercamiento a las disciplinas jurídicas. Afortunadamente no me equivoqué», cuenta Andrés García Mediavilla, 23 años, estudiante brillante de la Universidad de León.

No sólo él cree que acertó, también el Colegio de Abogados de León, que le ha concedido su premio al mejor expediente académico.

La decisión no fue sencilla. Andrés echa la vista atrás y todavía recuerda. «Estudié una modalidad de Bachillerato, la de Ciencias de la Salud, en un centro como Legio VII donde la nota media de mi clase no bajaba del 8, un ambiente de futuros médicos entusiasmados con lo que estudiaban y en el que el nivel de exigencia era altísimo. Decididamente aquello no fue fácil para mí, un alumno que tenía interiorizado que su futuro no pasaba por la Biología, ni la Química o las Matemáticas, pero a pesar de ello hice un enorme esfuerzo que mi tutora y profesora de Biología, María Jesús Merino, supo valorar y entender».

Quizá a ella le gustará saber que siguió siendo un gran alumno y que ahora se prepara para hacer las oposiciones a Administrador Civil del Estado. Quiere conseguir una plaza en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. «Y algún día poder desempeñar mis funciones en León», añade.

Cree que «ha llegado el momento de dejar atrás el desánimo, tenemos que empezar a creer mucho más en nuestras posibilidades y de interiorizar que los jóvenes podemos». En él no cunde el desaliento. Quizá porque le apasionan muchas actividades culturales y deportivas.

Elige la puerta del Perdón de San Isidoro para hacerse la foto. Tiene sentido. «Soy hermano de la Cofradía del Perdón, bracero del paso de la Condena de Cristo, lo cual no deja de ser curioso para un licenciado en Derecho como yo», explica. Deja por un momento los estudios y posa en un lugar emblemático de León, «la ciudad más bella del mundo».

¿Su fórmula mágica? «No creo que haya ninguna, sólo trabajo y esfuerzo».