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al volante. una flota que crece en la red

Los taxistas de la capital leonesa se suman a los avances en tecnologías de la información con app y comunicaciones automatizadas. E n cualquier punto donde se encuentre, sólo con un smartphone y la aplicación Quiero un taxi, un cliente puede conseguir un servicio en cuestión de segundos. No es la única innovación que ha introducido la flota de vehículos en la ciudad. Adaptarse a los avances tecnológicos y mejorar el servicio es su objetivo

El sistema de gestión de flotas permite tener localizados los servicios y los taxis.

León

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Amenazas como Uber aún no han llegado a ciudades pequeñas como León, pero los profesionales han tomado ya medidas para adaptarse a los nuevos clientes y han vivido una auténtica revolución tecnológica. En sus vehículos, en sus móviles y en sus centrales de control. La capital cuenta con una flota que se mueve con la misma soltura en las carreteras que en la red, y que no pierde de vista los cambios y las exigencias de sus clientes, para intentar ir siempre un paso por delante. Aplicaciones para móviles que hacen que el taxi localice al cliente, sistemas de llamada automáticos para las personas mayores, reconocimiento instantáneo para grandes clientes, sistemas de pago por tarjeta, localizador de vehículos en las paradas,...

«Nuestro objetivo es dar cada vez un servicio más rápido y de mayor calidad, y para eso tenemos que estar atentos a las novedades en el terreno tecnológico», explica Miguel Ángel Matilla, presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi.

Una de las últimas incorporaciones en la flota de taxis es la aplicación ‘Quiero un taxi’ para teléfonos móviles. Un sistema que está ya en funcionamiento en todo el norte de España, desde Galicia al País Vasco, y que además ha sido desarrollado por la empresa tecnológica leonesa Proconsi.

«Es una aplicación muy sencilla y gratuita». Sólo hay que descargarla en el teléfono móvil, y utilizarla con el GPS activado. La app localiza el lugar exacto donde se encuentra el cliente, que a través de un sistema de navegación fácil e intuitivo solicita el servicio, el número de vehículos que necesita, y puede añadir preferencias, por ejemplo que el vehículo disponga de sistema de pago con tarjeta. La aplicación recoge la dirección, el día y la hora, y envía la orden automáticamente a la central. En segundos, la petición del servicio llega al taxista que se encuentre más próximo al punto donde espera el cliente.

«Este es un sistema que utiliza sobre todo la gente más joven, pero que es muy cómodo. También en ciudades que no se conocen y donde funciona la app, porque aunque no sepas dónde estás el sistema te localiza y reclama el servicio, y el taxi llega igualmente».

También la central de la flotal local de taxis está totalmente automatizada. Los profesionales leoneses fueron los primeros en utilizar un sistema de gestión de flotas que hoy se utiliza en buena parte de Europa, aunque han salido ya otras plataformas. A través de los ordenadores y un sistema de satélites, la petición se envía directamente al vehículo que está más cercano al punto donde se demanda el servicio. «Eso hace que en cuestión de segundos el servicio esté adjudicado. De hecho a menudo somos nosotros los que tenemos que esperar. Porque la gente llama, y en lo que tarda en llegar al portal, ya tiene un taxi en la puerta».

Ciertamente es cuestión de segundos. El dispositivo que cada taxista lleva en su salpicadero envía una señala cuando adjudica un servicio. Si en un plazo de ocho segundos el profesional no contesta, directamente pasa la petición a otro vehículo de la flota.

Para poder trabajar con esta rapidez los taxistas leoneses cuentan también con un sistema de alerta que se conecta a sus teléfonos móviles, y que les permite atender la petición cuando salen de los vehículos. O rechazarla para que pase inmediatamente a otro taxista.

Más clásicos

Pero las innovaciones tecnológicas no llegan sólo a quienes están más acostumbrados a manejar los nuevos dispositivos móviles. Las mejoras en el servicio a través de las nuevas tecnologías llegan también a los clientes más clásicos, que pueden ver enormemente facilitada la tarea de solicitar un servicio. Algo esencial para las personas mayores, por ejemplo.

Uno de los servicios que ofrece el sistema de gestión de flotas consiste en un contestador automático que graba los números de teléfono fijos la primera vez que llaman a los taxis locales. A partir de ese momento, cada vez que ese número llame a los taxis un contestador le preguntará si quiere un servicio en la dirección que ha quedado grabada la primera vez. «Si es así, el usuario sólo tiene que pulsar cualquier tecla del teléfono, e inmediatamente la centralita lo gestiona y le envía el vehículo que se encuentre más cerca de su casa».

También está totalmente informatizado el servicio que utilizan empresas que llaman con frecuencia a los taxis, como por ejemplo los hoteles. «Disponen de un número automático que sólo tienen que pulsar para que inmediatamente se les envíe un taxi».

Todos estos cambios han requerido también una inversión de los profesionales en adaptar sus vehículos para ofrecer este tipo de servicios. «Por otro lado es una maravill,a ya no vas en el taxi escuchando la centralita y todos los servicios que se solicitan...», bromea Matilla.

Cada profesional únicamente recibe los servicios que le son adjudicados automáticamente, lo cual es más cómodo y evita problemas.

Además, el navegador con el que cuentan los taxis leoneses les permite también tener localizados al resto de sus compañeros. «Sabes, por ejemplo, cuántos taxis hay en cada parada. Eso te permite que, cuando acabas un servicio, vayas a la que esté menos concurrida. Con eso se evitan colas de coches en unos puntos, mientras otros pueden estar desabastecidos. Lo mismo ocurre con las zonas de la ciudad, ves dónde hay más taxis y dónde menos».

La capital cuenta con 27 paradas de taxis, y una flota que se ha estabilizado en 179 licencias, después de que en 2002 el sector afrontara una reordenación que llevó a retirar 26 licencias, para adaptar la flota a la demanda de la ciudad. «Por eso ahora tenemos que hacer frente a la competencia desleal. Los taxistas hemos hecho un esfuerzo grande, con esta reordenación, invirtiendo para adaptar nuestros taxis a las nuevas tecnologías,... Queremos dar el mejor servicio en el menor tiempo, y no es un producto caro. Muchos usuarios saben que es rentable, y son cada vez más fieles a él».

Entre otras novedades, la mayor parte de los taxis ofrecen ya la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito. «También tendremos que adaptarnos a las nuevas formas de pago, a través de los móviles, porque esto es una evolución que no termina nunca. Vamos a seguir haciendo el esfuerzo, y confiamos en poder contener las propuestas como Uber. Aunque sabemos que es difícil, porque están respaldadas por proyectos millonarios».

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