Diario de León

EL INNO DE LEÓN

Solitude and creativity

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León

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 Roberto Santos

 CEO de NARúA [ @rObersan ]

Cuando estamos a punto de cumplir un año como cronistas semanales de este espacio de reflexión sobre la innovación, permítame el lector la licencia de hablar hoy un poco sobre mí mismo, a través del innovador proyecto en el que trabajo…

...Hace tres años que lidero con más o menos éxito un equipo humano formado por cinco personas.

- Defíname éxito, oiga.

- Éxito es lograr vivir de lo que quieres, haciendo frente a los compromisos y logrando el reconocimiento de clientes y compañeros de viaje.

Trabajamos bajo una insignia que se llama Narúa y nos dedicamos a revitalizar micro-empresas a través de la innovación emocional en modelo de negocio. Nuestros clientes nos plantean diversos retos en comunicación, ventas, desarrollo organizacional, marketing, liderazgo o administración que enfocamos desde diferentes ángulos y bajo una misma misión, el Emprendimiento Consciente (Legal, Inteligente y Responsable).

Gracias a 24 años seguidos trabajando como emprendedor en cuatro proyectos propios, más de 50 proyectos ajenos y las dos veces en que he visto la tierra agrietarse bajo mis pies sintiendo el firme tembloroso del fracaso empresarial, he podido llegar a enterarme de qué va esto de emprender y crecer en la soledad del océano empresarial.

Gracias a la formación en administración e innovación en empresas he podido estructurar y dimensionar las necesidades humanas y las múltiples formas de realizar propuestas que les sirvan bajo lucro o sin él.

Gracias a haber sido hijo de un emprendedor de los años 60, cuando los autónomos no tenían seguridad social ni desempleo, llevo en los genes la asunción de riesgos y la resiliencia.

Gracias a los diferentes compañeros de trabajo, socios/as, clientes y proveedores he conseguido llegar a entender las distintas formas entenderse para hallar soluciones, pues negociar es sólo y nada menos que eso, solucionar un problema ajeno con recursos propios.

Gracias a sentir la carencia de lo material, de recurrir a la familia a solicitar ayuda económica para continuar cuando no te queda nada, comprendí la importancia de tener mapa y brújula para encontrar tu tesoro.

Gracias al miedo que he pasado y paso, he entendido que por muy acompañados que nos sintamos, en esencia estamos solos:

- Cuando sentimos la incertidumbre de la toma de decisiones importantes.

- Cuando despertamos y pensamos en el siguiente paso a dar.

- Cuando nos miramos al espejo y sentimos ternura de los arroyos de piel erguida.

- Cuando fragmentamos un problema para esparcir como piezas de un reloj sus diferentes quejas.

- Cuando descubrimos meditando la quimera que entorpece el libre desarrollo de una idea.

- Incluso cuando retornamos a nuestros pensamientos después de alcanzar un premio.

Y es que empresa y soledad son falsos contrarios, pues ambas son partes de un mismo todo.

En Narúa trabajamos deslocalizados, sin lugar concreto de producción, cada una de las personas que conformamos la empresa, exploramos la creatividad aplicada desde la soledad de nuestros espacios fetiche, de nuestras cabañas para pensar, recordando una magnífica exposición en la Fundación Antonino y Cinia en Cerezales del Condado.

Este tipo de trabajo permite un fuerte ahorro económico para la estructura organizativa, además de obligarnos a estar más cerca del cliente y sus dilemas, el mismo nombre Narúa proviene de dos palabras gallegas na rua, que se traduce como ‘En la Calle’, pues allí es donde validamos nuestras teorías y soluciones.

Una vez a la semana nos juntamos en un lugar que denominamos el Taller de Negocios que nos presta la persona que da forma al corazón del equipo Narúa, y en dos horas compartimos ideas, propuestas, intrigas, temores, anhelos con los que tejemos las soluciones para nuestros clientes. Durante el resto de los días nos comunicamos a través de los diferentes canales que las nuevas tecnologías nos permiten.

En estos tiempos en los que el pensamiento grupal es mucho más allá que una tendencia, sin embargo la soledad se convierte en el catalizador fundamental de la innovación. Hay estudios avalados por psicólogos prestigiosos dentro del campo de la innovación como Mihaly Csikszentmihalyi que nos habla de que el individuo es más creativo cuando disfruta de privacidad y un entorno sin distracciones constantes.

Interaccionar y componer en equipo desde luego son positivos y necesarios, y así en cada reunión de Narúa lo podemos comprobar; eso sí, siempre partimos de un trabajo previo, inspirado en un esfuerzo personal que ha sido ejecutado en solitario, combatiendo monstruos como la procrastinación, el síndrome de la hoja en blanco o la tendencia a permanecer en la zona de confort.

En estos días llenos de interferencias y opciones constantes de información que nos llegan a través de multitud de canales de comunicación, me doy cuenta de que en un muchas ocasiones recurrimos a ellos como pretexto para evadirnos de nosotros mismos, para evitar la exploración del territorio fértil y abandonado de nuestros sueños.

Recuerdo perfectamente cómo descifré el dolor causado por la aceptación de una inversión que no vería luz, unida a la certeza de que la mano hermana que prometía ayuda no aparecía...

...Fue en una primavera en ciernes, armado con un folio en blanco y un boli negro cuando, en la soledad desde donde escribo este artículo, tracé un mapa y, con una brújula en la mano, con un corazón sincero, un cerebro despierto y un ánimo recuperado, dije eureka, sólo preciso un cliente para validarlo. Y llegó.

Algún tiempo más tarde, regresando de una formación en pensamiento grupal, en este mismo espacio de soledad, me di cuenta de que para ofrecer toda la ayuda que requerían los clientes precisaba un equipo multidisciplinar que entendiera la forma de operar de Narúa. Y también llegó. Sin ellos no hubiera conseguido llegar hasta aquí.

Hoy, con la experiencia acumulada, opino que: “Antes de compartir una idea hay que parirla en soledad, y antes de invertir en ella, hay que diseñarla y validarla”. Solitude and creativity, two beautiful words. (Soledad y creatividad, dos hermosas palabras)

PD: La lengua británica nos permite usar dos palabras para referirnos a soledad, solitude & loneliness. La primera, solitude, se refiere a la soledad acompañada de uno mismo, la escogida, que no excluye la compañía y que ahonda en el crecimiento personal. La segunda palabra, loneliness, se refiere a un estado de abandono de compañía, incluyendo la propia, que se aleja profundamente de la creatividad.

PD 2: Anímate si llegado este punto de la lectura te descubres con un dilema, una quimera o un sueño por vivir. Presto acude a encontrarte en ese rincón de paz que sólo tú conoces, allí, con las armas de un boli y un papel y el coraje de la paciencia hallarás tu tesoro, como le sucedió al pastor Santiago en el Alquim?ista de Paulo Coelho.

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