Diario de León

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Cuando la solución está en el aire

La empresa Minerdrone explora los lugares poco accesibles al hombre como chimeneas de centrales térmicas, canteras y minas. S on ‘mineros’. Su pasión es medir, explorar la tierra y extraer mineral. La situación de un sector en declive les ha forzado a recurrir a las nuevas tecnologías en busca de alternativas. Y han despegado. Sus drones fotografían cada 3 segundos el terreno para efectuar planos precisos y se cuelan en lugares inaccesibles

El dron posee una autonomía de vuelo de 20 minutos y un techo operativo de dos kilómetros.

El dron posee una autonomía de vuelo de 20 minutos y un techo operativo de dos kilómetros.

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pilar infiesta | redacción
León

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Escudriñar 3.000 fotografías en busca de una fisura en la chimenea de evaporación de una central térmica de 200 metros de altura puede resultar tedioso y complicado. Más, realizar esas instantáneas dentro del tubo. Sin embargo, con el software que manejan los ingenieros de la empresa leonesa Minerdrone, el proceso se simplifica gracias a un sistema de reconocimiento de patrones que distingue el cambio de color o la sombra que delata un posible agujero. También evitan el peligro de ‘descolgarse’ dentro de esos pseudo volcanes para captar las imágenes de las paredes de hormigón recurriendo a un dron, dotado con la capacidad de recorrer palmo a palmo ambas verticales sin quemarse. «Es un vehículo aéreo no tripulado común, pero la diferencia con otros aparatos de este tipo es cómo lo utilizamos, ya que lo hemos adaptado para realizar fotografías cada 3 segundos, de modo que nos permita efectuar una buena cobertura de un terreno. Además, es resistente a los cambios de temperatura y humedad», explica uno de los socios, José María Calvo. Junto a sus compañeros en la aventura empresarial, Julio César Aguayo, Oscar Burgos y Rubén Burgos (colaborador), aplican esa misma tecnología a la exploración de grandes infraestructuras industriales, como viaductos o aerogeneradores.

La compañía, constituida por profesionales en la ingeniería minera y topográfica que buscan soluciones técnicas innovadoras, también se está volcando, a parte de en las inspecciones estructurales con su dron modificado, en la cartografía de las explotaciones a cielo abierto, especialmente, las de pizarra de La Baña, donde trabajan medio millar de personas. Esas minas necesitan cada año presentar sus planes de labores, avances y estado de las escombreras al Ministerio, con una toma de datos del frente de explotación, «y enviar una topografía con modulado en 3D a la administración representa un plus», indican. Se trata de una fotografía con texturas «que refleja los planos y el volumen con la imagen tridimensional real de lo que hay», explican.

Palas que sirven como hélices para volar al dron. SECUNDINO PÉREZ

Las ventajas de usar para esa tarea el dron que han mejorado pasan por una mayor rapidez a la hora de realizar el trabajo, su menor coste y su calidad. «Con métodos tradicionales se conseguirían unos miles de puntos de las cotas del terreno, que llevarían un mes analizarlos y traducirlos. Con el dron, cuatro días: uno, para ejecutar tres vuelos para obtener millones de puntos en su posición exacta, y otros tres para volcar los datos al ordenador y con los softwares adecuados recrear los modelos digitales del terreno con la textura de la realidad en tres dimensiones», indican.

Uno de los cambios que han introducido como ingenieros en los drones que utilizan consiste en poder programar los puntos por los que debe pasar el aparato para realizar una adecuada cartografía. La pequeña nave da varias pasadas por el área a fotografiar y va almacenando toda la información del suelo. Su autonomía es de veinte minutos en el aire, después necesita volver a recargar sus pilas. También puede alejarse medio kilómetro de su ‘piloto’, que lo maneja por control remoto con una palanca tipo joystick; y alcanza un techo vertical de hasta 2 kilómetros, aunque la legislación prohíbe a este tipo de modelos aéreos elevarse más allá de 120 metros de altura.

El dron se maneja con una palanca de mando o joystick. SECUNDINO PÉREZ

Cuando la minería del carbón ha iniciado un desmantelamiento silencioso que se está traduciendo en el abandono de las principales cuencas del país, los ingenieros de minas que han fundado Minerdrone, uno de ellos de Ciñera, confían en buscar nuevas utilidades a sus conocimientos de la mano de las nuevas tecnologías. Saben que en los últimos 15 años, los municipios con yacimientos mineros han perdido 52.000 habitantes, con porcentajes que en algunos casos alcanzan el 40% de la población. Y que la fuga de vecinos está directamente ligada al cierre de la minería, donde hoy sólo quedan 2.900 empleados supervivientes a un ajuste que en tres décadas se ha llevado por delante 50.000 puestos de trabajo.

Entienden que en la minería a cielo abierto quedan opciones y que el manejo de los drones permite llegar al hombre a lugares insospechados y sin riesgo. Estos aparatos, con cámaras, GPS y sensores de todo tipo, fueron inicialmente desarrollados para utilizarse en los círculos militares, como misiones espías y hasta portando misiles de guerra para disparar contra blancos teledirigidos.

En los últimos años, gracias a que los precios de fabricación han descendido, su uso se amplió y su tecnología se aplica a otras funciones más nobles como la investigación científica. Comprar un dron es 60 veces más barato que un helicóptero y los costos operativos son muchísimos más bajos.

Minerdrone modificó el aparato para que cargue una cámara de calidad que 'dispara' cada 3 segundos. S. P.

«Los drones nos permiten obtener una visión puntual y muy precisa del estado de las escombreras, los frentes de explotación y las labores mineras en general», explican, de modo que pueden emplear estos mini aviones no sólo en labores de vigilancia, sino también para llevar a cabo una mejor gestión de los recursos y conocer los excesos de la minería metálica, de pizarra, o carbón. La combinación de tecnología láser aerotransportada e imágenes de drones ofrece novedosa información para elaborar imágenes en 3D que pueden revelar, ademas, estructuras ocultas y yacimientos que a simple vista no se descubren por la cubierta vegetal. El dron permite cartografiar el terreno de forma fiable. Desde el aire envía un pulso láser que rebota contra el suelo y va ofreciendo información sobre el relieve, aunque haya vegetación de por medio. «Creemos que es un sector emergente y puntero, y hemos adaptado nuestros drones a inspecciones en zonas poco accesibles, además de a canteras, minas, movimientos de tierra y de áridos que precisan levantamientos topográficos precisos», resaltan. Por el camino también se han atrevido a retransmitir eventos deportivos y de ocio, como la Batallona de Somiedo entre leoneses y asturianos.

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