ª1. En busca de los visigodos

Para ella son mucho más que una lista que había que recitar en el colegio, al menos los diez primeros. Y mucho más que una pregunta de examen. Son el objeto de una investigación apasionante.

A Nerea Fernández Cadenas le entusiasman los antepasados visigodos. Esta joven estudiante de 23 años, Premio Extraordinario Fin de Carrera, becada por el Ministerio de Educación y contratada predoctoral en la Universidad de León, está trabajando sobre las pizarras de la época visigoda, una fuente histórica para conocer más datos sobre la época visigoda. Ha recorrido toda la comunidad para estudiar los yacimientos y desentrañar una parte de la historia que aún oculta muchos misterios.

Una beca de Educación le ha permitido además investigar sobre las mujeres y reinas de los siglos V y VI. «Gracias a mi vinculación como colaboradora en el proyecto financiado por el Mineco tiltulado ‘Poder central y poderes locales entre la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media. El Norte de Hispania y su contexto europeo’ seguí con esta línea de investigación, cuyos resultados se plasmaron en mi Trabajo Fin de Máster», explica Nerea Fernández Cadenas.

«Una de las preguntas que me hacía antes de empezar la carrera, era el porqué somos así y qué nos ha llevado a ser así. Me di cuenta que la única forma de resolver esta cuestión era indagar en nuestras raíces, pero no para conseguir un conocimiento individual, sino con el fin de transmitírselo a lo demás, porque es la conciencia del pasado lo que permite el cambio», sostiene esta joven nacida en Villaseca de Laciana.

De su padre heredó la pasión por la Historia y de su familia aprendió a perseguir sus sueños. Esta luchadora, que cree que «los hijos de esta crisis» están saliendo adelante, que tiene una nota media de 9,30 y doce matrículas de honor en su currículum, asegura que «el camino de la investigación es muy largo y te exige muchos sacrificios» y, pese a ello, quiere que sea su futuro. Porque Nerea Fernández Cadenas quiere dedicarse a la investigación histórica. Y eso que críticas a las situación actual no le faltan.

«Si es complicada en general para todas las ciencias, más si cabe para las humanidades en un mundo tecnológico en el que lo que se prima son avances en informática, telecomuniaciones etc. Pero, no se debe olvidar que son las Humanidades la que nos enseñan a tener una mentalidad crítica y que, sin cultivar esta mentalidad, no seríamos más que máquinas. Por eso pediría, que se luchará más por mantener nuestro espíritu crítico desde colegios, institutos y universidades, es decir, que se luche por las Humanidades», pide.