Diario de León

Tecnología. Leonmapping, la empresa leonesa que mide el futuro

Se especializa en topografía utilizando técnicas para proyectos privados o públicos de gran calado.

La empresa leonesa Leonmapping, subida al progreso de las nuevas tecnologías, resulta punta de lanza de un sector que se mueve entre la crisis y la oportunidad de avance, participando en proyectos como el atractivo reclamo turístico que supone la pasarela tibetana de Valdeón, en la vía ferrata más larga de la Cordillera del Cantábrico, a 30 metros sobre el Cares.

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PACHO RODRÍGUEZ | LEÓN
León

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La topografía mira al futuro pero si la experiencia es un grado, aquí está el termómetro entero. En la figura de Julio López, como referente en León de una disciplina que sienta bases territoriales en ingeniería, obra civil, arquitectura, fincas y proyectos específicos. Porque, aunque la Tierra no es infinita, siempre estaremos midiéndola y la topografía es, en ese todo, un hecho transversal. La experiencia es presente ahora en Leonmapping, con su hijo Juan Jesús López Fernández, abogado, y Julián Álvarez Álvarez, ingeniero en Geomática y Topografía, al frente, como empresa leonesa especializada en la materia que presta servicios desde a particulares a grandes proyectos públicos o privados. Por ejemplo, la famosa pasarela tibetana, reclamo turístico de impacto en Valdeón, en la vía ferrata más larga de la Cordillera del Cantábrico, a 30 metros sobre el Cares, es un trabajo topográfico suyo. Digna de verse y atravesarla. Pero la medida topográfica vital de Julio López sería la que va de Teverga (Asturias) a León, pasando por Villablino. Entre medias, «sólo» 70 años contemplan su trayectoria laboral. Ya jubilado (nació en 1931), siempre implicado en saber con la mayor precisión posible los lindes y la medida de las cosas.

Pero resulta que esta profesión, a veces más invisible en el conjunto de la obra civil y rural, ha vivido, como todas, los cambios de la revolución tecnológica, y no digamos de la crisis, desde aquellos tiempos en los que el profano veía en algunas carreteras a gente que trabajaba: «Deben de ser topógrafos», se decía y punto.

«Desde los años 90 se empezó a trabajar con el GPS, y ya fue un cambio radical», explica Juan Jesús López. Un cambio que, «sería como el GPS de los coches pero con una precisión centimétrica», matiza, y que, por ejemplo, está conectado para determinados proyectos, a tiempo real y a través de una tarjeta sim, con la red del Itacyl (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León). «En el aspecto topográfico permite medir el terreno y precisar distancias y desniveles».

En referencia a los progresos en la medida tridimensional, «lo más nuevo que hay ahora es el trabajo con las metodologías de capturas de datos en 3D, laser escáner que permiten, por ejemplo, medir fachadas con exactitud, Mobile Mapping System para elementos viales, o R.P.A ( drones), que sería una herramienta para fotogrametría en proyectos con una alta resolución en sustitución de la fotogrametría clásica», relata Julián Álvarez.

Estos avances son el futuro que vendrá, o que ya está aquí, acerca de la topografía, y de la que hay constancia histórica milenaria. Puesto que, según estudios, consta que hace 5.000 años los egipcios dividían las fincas con fines fiscales. En una evolución en la que desde la ciencia pura egipcia, a la geometría griega, podría decirse que es de donde surge la topografía. O, ya que hablamos de precisión, lo que sería la topometría. Es por ello, como dice López Fernández, que «con las técnicas o avances que sean, siempre se ha utilizado».

En la práctica, lo que aporta Leonmapping al contexto empresarial leonés de última generación es amplio. «Hay trabajos más específicos como el relacionado a la concentración parcelaria, en la que también estamos. Por ejemplo, recientemente, en Llamas de la Ribera. Y otros, con empresas que te reclaman, instituciones o clientes particulares. Nosotros ofrecemos experiencia y atención a todos los servicios de arquitectura, ingeniería, particulares e incluso asesoramiento jurídico...», asegura Juan Jesús López, quien incide en este último apartado. Por ejemplo, el Registro de la Propiedad viene solicitando georreferenciación de las parcelas en ficheros digitales GML.

Junto a la práctica y los avances, lo que sí se mantiene es el trabajo sobre el terreno. «Este trabajo tiene ese atractivo. Que tienes que visitar los lugares sobre los que operas. Aunque luego quedan las tareas de oficina. Y también la responsabilidad de la relación que tiene con algo tan importante como es la propiedad. Porque siempre hay algún momento en el que se acerca alguien a explicarte algo», dice Julián Álvarez. También en el apartado positivo, destaca que «hay encargos que, a quien le guste el monte, tienen su aspecto hasta aventurero», asegura.

Aventuras que, regresando al principio, remiten al primer protagonista de la historia, Julio López. Y que son las de una vida en torno a la topografía y una actividad profesional de homenaje, que no todos los años se cumplen 70 trabajando. Topógrafo ayudante en Asturias, primero. Después, ya en los años 50, en la MSP en Villablino, por las minas de Laciana y El Bierzo. Como profesional libre o luego al frente de Servitop Ingeniería. Delegado del Colegio de Topógrafos de León... En definitiva, toda una experiencia en la que Julio López ha visto de todo: la evolución, la modernización, la irrupción de las nuevas tecnologías, las crisis vividas más la actual... Y siempre trabajando más a pie de obra que de alfombra. Como aquellos otros julios empresarios leoneses de los 70 y 80 de León que tanto hicieron por la ciudad como maquinaria invisible de progreso. Algo a recordar. Ahora que veremos drones.

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