Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El smartphone del futuro será un asistente personal con forma curvilínea, que se adaptará a la mano, dispondrá de una cubierta gelatinosa, se operará con la voz y generará hologramas. Aunque este teléfono con carcasa alargada, gelatinosa, curvilínea y translúcida parece algo propio de los seres extraterrestres de los filmes de ciencia ficción y su aspecto y funcionamiento no se asemejan al de los dispositivos de comunicación conocidos, podría llegar a nuestras manos mucho antes de lo que pensamos. «Si todo encaja perfectamente el primer prototipo del teléfono de nueva generación Aló, o una versión de este dispositivo, podría fabricarse a finales de 2017», adelanta a Efe el diseñador francés Jérôme Olivet, que ha presentado en su web una serie de imágenes del diseño conceptual de este smartphone futurista.

Olivet califica a este aparato como «parte de una nueva clase de objetos que se volverán indispensables».

El Aló tendrá inteligencia artificial o IA, un programa informático que permite a un cerebro electrónica imitar las funciones cognitivas humanas, como aprender, decidir y resolver problemas, y reconocimiento de voz, el software de la IA, que reconoce la información contenida en el habla humana y la transforma en texto o instrucciones para una máquina. Estos dos sistemas combinados posibilitarán que el teléfono aprenda de sí mismo, y que cuánto más hable el usuario con él, más reconozca el dispositivo su idioma y responda a sus llamadas, convirtiéndose en un asistente personal (http://jeromeolivet.com).

«El Aló dispondrá de un núcleo de aleación de aluminio moldeado de alta tecnología, que le conferirá ligereza y robustez, estará recubierto con un envoltorio de un material gelatinoso, flexible y natural que se adaptará perfectamente a la mano del usuario», explica Olivet. Tendrá una interfaz totalmente vocalizada para todas las funciones del teléfono, desde leer mensajes de texto y mensajes de correo electrónico, hasta incluso dictarle los mensajes en lugar de escribirlos. Es decir que será operado exclusivamente mediante comandos de voz. La cámara del teléfono actuará como un ojo que, entre otras cosas, permitirá al usuario leer los textos que detecta o identificar los rostros, además de servir para proyectar un holograma —imagen muy realista en movimiento y en tres dimensiones— para visualizar una película o un mensaje. La ‘piel’ translúcida de este smartphone se comunicará como la persona, emitiendo vibraciones o produciendo calor, dependiendo de la actividad que realice, y estará fabricada con un material que se reparará automáticamente. El dispositivo tendrá disponible una sola entrada para incorporar datos y que, a partir de ahí, comience a aprender por si solo en base a la información que reciba del usuario, el entorno y otros sistemas electrónicos y fuentes informativas.