Diario de León

Tecnología. Salvando vidas en el bús

El E-Rescue lo ha ideado el ingeniero industrial español Sergio Rico, que ha evacuado a cientos de víctimas de tráfico. E l novedoso sistema permite, en caso de accidente de autobús, inmovilizar a los ocupantes contra el respaldo de su asiento y desanclar su butaca por completo para extraer a los heridos de la forma más segura y rápida, rescatándolos en una cuarta parte del tiempo habitual.

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RICARDO SEGURA | MADRID
León

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Los primeros minutos que siguen a un accidente de tráfico pueden ser cruciales para preservar la posterior integridad física de los ocupantes de un autocar. Cuanto menos tiempo transcurra desde que se produce el impacto debido a un choque, vuelco o caída al vacío del vehículo hasta que los pasajeros lesionados sean inmovilizados adecuadamente y reciban atención médica, más posibilidades tendrán de salvar su vida y preservar su movilidad corporal.

Por eso, el lanzamiento de un sistema que se instala en los asientos de los autocares y autobuses y que, en caso de accidente, permite reducir el tiempo de rescate a una cuarta parte de lo habitual es una buena noticia, especialmente para aquellos países con elevados índices de siniestralidad en sus carreteras.

La tecnología patentada en la Unión Europea, EEUU y Japón, denominada E-Rescue (http://e-rescue.com), se acaba de lanzar al mercado mundial y facilita el rescate de los heridos y permite evacuarlos en 30 minutos, frente a las dos horas que se requiere habitualmente, asegura su desarrollador y fabricante, con sede en Guadarrama (Madrid, España).

Este sistema se aloja en todo tipo de asiento perteneciente a autobuses o autocares homologados y permite, primero la inmovilización del accidentado, y a continuación su evacuación fuera del vehículo, sin moverlo ni requerir una camilla adicional.

Las pruebas efectuadas con este sistema han demostrado que la rapidez en la evacuación puede reducir el número de muertos al efectuarse dentro de los primeros 60 minutos críticos o de oro en que un herido puede morir. Por otra parte, la inmovilización y extracción del lesionado utilizando el propio asiento, permite que los heridos no sufran durante la manipulación y traslado a una camilla, con lo que se puede llegar a reducir en un 50 por ciento las lesiones irreversibles de médula, causantes de tetraplejia.

El sistema permite a los profesionales del rescate inmovilizar al ocupante contra su butaca (respaldo y base del asiento) y liberar el asiento completo para trasladar así al conjunto paciente-butaca hasta la atención médica de la forma más segura y rápida posible.

El E-Rescue lo ha ideado y desarrollado el ingeniero industrial Sergio Rico, que ha trabajado como técnico de urgencias y emergencias evacuando a cientos de víctimas de accidentes.

Este sistema ha sido avalado por organizaciones españolas como la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Asociación de Profesionales de la Automoción (ASEPA), según su creador.

Según Rico, este sistema consta de tres elementos, que quedan ocultos en un compartimento cerrado situado bajo las butacas y con una tapa que solo es abierta en caso de emergencia.

«La primera pieza es un mecanismo de anclaje para los asientos que permite separar la butaca de la base e incluye unas cinchas para inmovilizar las piernas», añade Rico.

«El segundo componente del E-Rescue es un arnés para inmovilizar el eje cabeza-cuello-columna, que se presenta enrollado en forma de rulo, y el cual es posicionado por los rescatadores por detrás del respaldo y fijado con sus cinchas a cada paciente, quien queda inmovilizado contra su respaldo», agrega.

«El tercer elemento de este sistema, que no requiere modificar el diseño o la estructura de las butacas o de los autocares ya existentes, puede implantarse, tanto en flotas ya en circulación como en autobuses de nueva producción, y se trata de un collarín cervical multitalla», según Rico.

Los equipos de rescate abren el compartimento bajo las butacas para sacar los collarines y los arneses de inmovilización, con los cuales se inmoviliza al paciente completamente contra su butaca. «A continuación se libera el mecanismo de anclaje tirando de la cincha roja que aparece por delante, bajo el asiento y, una vez liberado, se separa la butaca de su base y se traslada al paciente a una camilla», continúa Rico.

«Como el paciente queda inmovilizado y firmemente unido a la butaca, se puede manipular, siempre con prudencia, al conjunto persona-asiento para extraerlo del autocar y trasladarlo, aunque también es posible dejar al paciente en espera en una zona segura fuera del autocar», explica el experto.

«En situación de espera, la butaca puede dejarse apoyada con su base en el suelo, para que el paciente espere sentado, o apoyada con el respaldo contra el suelo, para que el paciente espere tumbado con las piernas en alto, aunque la posición se elegirá bajo criterio médico, atendiendo a sus beneficios o perjuicios que puede ocasionar a la persona en cada caso particular», explica Rico.

«Este sistema puede ser utilizado por cualquier interviniente en la escena del accidente: policía, bomberos y equipos sanitarios, y también por personal no profesional con un mínimo de conocimientos sanitarios, o incluso por los ocupantes menos lesionados que puedan atender a sus compañeros, ya que viene con instrucciones de utilización», explica el ingeniero.

E-Rescue se puso a prueba en un simulacro de rescate en el que se equiparon todas las plazas de un autobús con este sistema y se evacuó un autobús entero en 30 minutos, «algo hasta ahora inimaginable en un escenario de rescate de múltiples víctimas y con una calidad de inmovilización insuperable», asegura.

«En el simulacro, el personal sanitario no estaba familiarizado con el sistema, solo tenía unas nociones básicas y aprendió durante la propia operación», añade Rico, quien recalca que, para entrenarse en el manejo del sistema, solo es preciso utilizarlo tres veces, por lo que es fácil de aprender.

«Es un sistema de rescate insuperable en cuanto a la calidad de la inmovilización que ofrece y la rapidez de extracción y evacuación de los heridos», enfatiza Rico, añadiendo que «el mecanismo de anclaje se abre sin dificultad y el asiento puede ser extraído por dos personas sin ayuda de herramientas».

«Actualmente los autocares no están equipados para una situación postaccidente en la que se garantice un rescate rápido y sin daño para los heridos, ya que no llevan material para la inmovilización y la extracción de los accidentados», indica. Añade que, a veces, «cuando llegan los primeros equipos de rescate sigue faltando material para atender a todos los accidentados y el tiempo de rescate con los medios actuales es muy elevado, porque falta espacio en el interior del vehículo y se demora la extracción de los heridos».

Sobre la razón de que el E-Rescue consigue reducir el tiempo de rescate de los heridos, Rico señala: «Con este sistema, desde el inicio, el autocar dispone como equipamiento propio todo el material necesario para inmovilizar y extraer a todos los accidentados de forma segura».

«Además, este sistema proporciona una inmovilización mejor que la que proporcionan los medios habituales de rescate, según se ha demostrado científicamente, y permite inmovilizar a un accidentado sin necesidad de desplazarlo», recalca Rico.

«Otro aspecto que reduce drásticamente el tiempo en el que los accidentados son atendidos, consiste en que, al extraer a los pacientes inmovilizados contra sus butacas, se retiran la butacas del interior del autobús y esto libera el espacio necesario para que los equipos de rescate puedan trabajar mejor y se acelere el proceso», asegura.

La producción de este sistema se iniciará a mediados de 2017 y que se espera que muy pronto se implante a gran escala en autobuses y autocares, lo que impulsará también su futura incorporación a los turismos.

«El sistema podrá incorporarse progresivamente a los medios de transporte terrestre con asientos dotados de cinturón de seguridad (coches, furgonetas, camiones, trenes…) y su implantación se iniciará en España, en espera que se extienda a nivel global, con especial interés en América Latina, Europa y Asia», concluye Rico.

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