Diario de León

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Los nuevos guías de Internet

el catálogo de consejos de seguridad en la red sitúa a tres leoneses en el top 20 del programa de cibercooperantes del incibe. L as aguas de Internet no siempre son cristalinas. Insultos, engaños e intromisiones en la intimidad generan tormentas contra las que alertan, para vencerlas, los cibercooperantes del Incibe. Sus consejos son como ir a la autoescuela: imprescindibles si uno quiere conducir con éxito por las redes

Los voluntarios leoneses Sergio Cuevas, José Luis Ventín y Eugenio Fernández.

Los voluntarios leoneses Sergio Cuevas, José Luis Ventín y Eugenio Fernández.

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pilar infiesta | león
León

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Parece fácil. Uno aprieta el «on» y la pantalla se ilumina con decenas de iconos que traen mensajes, datos, fotografías y videos. Hoy en día, las tablets, los móviles y los ordenadores evitan los despistes sobre las fechas de cumpleaños o las citas médicas; ayudan a encontrar información; facilitan el trabajo y permiten lo más deseado por los niños y adolescentes: estar conectados con otras personas. ¿Pero todo es tan positivo en la era digital? Parece que en esa nueva fauna faltan límites y señales de alarma.

En las flamantes y nóveles autopistas de comunicación se necesitan obreros a pie de pista que vayan clavando esas señales de advertencia para que los usuarios no descarrilen, se encuentren estafados, acorralados o espiados. A esas tareas, cada vez más visibles, se han lanzado 360 españoles de la mano del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) asentado en León. Hace dos años, desde la entidad se impulsó un programa de cibercooperantes para retomar la protección de los menores en Internet con participantes ajenos al Instituto. Gracias a la colaboración gratuita y desinteresada de esos tres centenares de ciudadanos, ya se han impartido en el último año medio millar de charlas y talleres en colegios, administraciones y asociaciones destinadas a abrir los ojos de los pequeños y de sus padres sobre un ‘vehículo’ que, aunque carece de cuatro ruedas, puede resultar tan letal como los de carrocería, si uno desconoce cómo conducir.

En el top 20 de los cibercooperantes más activos y mejor valorados del país se sitúan tres de los catorce leoneses incluidos en el programa. Son el guardia civil José Luis Ventín (59 años), el ingeniero Eugenio Fernández Ganso (45 años) y el policía local Sergio Cuevas (41 años). «La mayoría de los menores navegan sin supervisión y hay que tener claro que en Internet nadie es quien dice ser. Se pueden suplantar perfiles y decir que es una niña de 14 años, cuando en realidad es un hombre de 49. Los riesgos existen, pero conociéndolos se pueden frenar», asegura Ventín, quien apuesta por expandir la concienciación sobre el buen uso de la tecnología.

«Con que llegues a un 1%, ya es rentable. Si alguien escucha que las cámaras de un ordenador permiten a un tercero grabarte cuando estás tranquilamente en tu casa e interioriza que para evitarlo puede poner una pegatina que tape el visor cuando no lo usa, se habrá avanzado y se estará protegiendo». Este cibercooperante asegura que el mejor antivirus es el sentido común, no hacer clic en correos que te manden y te pidan credenciales o números de tarjeta, y no dar okey en Apps que te sirven, por ejemplo, de linterna, y te solicitan acceder a tus contactos... «Si acostumbras a tus hijos a guiarles por Internet desde pequeños, 7 u 8 años, les insistes en que no se fíen de ‘amigos’ en la Red que no conozcan en persona y que sean prudentes al escribir sus opiniones, les ayudarás a un uso bueno de las TIC», explica.

Respecto al ciberacoso escolar, Sergio Cuevas reconoce que «se le pone coto con educación. Si no sabemos qué enfermedad tenemos, no sabremos que medicamento tomar. Por eso hay que difundir en qué consiste este tipo de acoso, para detectarlo y pararlo». También opina que es necesario implicar a los padres en estos temas, porque a las charlas que imparte acuden pocos. Por su parte, Eugenio Fernández matiza que los adolescentes de 11 a 14 años son los más atentos en esos talleres. «Les marca, te preguntan, se interesan. Es la edad a la que se deberían dar estas conferencias, porque son como esponjas. A partir de los 16 años no te hacen el mismo caso. Piensan que ya lo saben todo».

La responsable del programa del Incibe, Ana Santos, incide en que transmitir las buenas práctica en la Red «es tan importante en la enseñanza como el inglés. Sin embargo, no está reglado ni incluido en las materias escolares a estudiar, aunque se exige que los niños adquieran la competencia digital». Valora positivamente el trabajo desinteresado de los cibercooperantes, a muchos de los cuales no conoce personalmente, aunque están sometidos a un seguimiento de calidad y control. «Las personas interesadas en ayudar a difundir los beneficios de la ciberseguridad se inscriben en el programa en varios pasos sencillos. no se exigen profesiones, sólo un código ético, tener conocimientos de la materia, una capacidad pedagógica para transmitirlo, carecer de antecedentes penales y no estar en el registro de delincuentes sexuales. Una vez que se apuntan, nos indican el ámbito geográfico en el que pueden moverse para impartir las charlas y entrar a formar parte de un mapa de alcance. Cuando recibimos peticiones de formación se les contacta y si pueden, acuden. establecen un día y una hora, y ya está», señala. Los participantes valoran después al conferenciante (de media los sitúan en el 4,8 de 5). Si la valoración fuera negativa, se le aparta del programa.

Después de estos 24 meses, parece que el objetivo de concienciar a la población sobre los riesgos de Internet y la necesidad de unas buenas prácticas está calando. «Cada vez nos demandan más cursos, incluso, para formar a los profesores, y con contenidos más exhaustivos», indica. Divulgar sobre el uso seguro y responsable de Internet y de los peligros a los que se puede estar expuesto a través de las nuevas tecnologías, además de informar sobre los mecanismos de ayuda que existen en caso de problemas, han sido los objetivos de estas charlas a las que han acudido 23.235 personas, entre ellas, niños, jóvenes, padres y madres. En todos esos encuentros se abordaron temas de interés como el ciberacoso escolar; la privacidad, la identidad digital y la reputación; el comportamiento en línea; la gestión de la información y el acceso a contenidos inapropiados; la protección ante virus y fraudes; la seguridad de los dispositivos; el uso excesivo de las TIC; la mediación parental y el uso de herramientas de control parental. Los voluntarios colaboran en la difusión de la ciberseguridad como agentes especiales a favor del empoderamiento digital, «pues realizan una labor muy importante para concienciar y divulgar sobre el uso seguro y responsable de Internet, además de contribuir a que las personas que aún no han logrado las capacidades necesarias, adquieran la preparación y disposición para vivir en el mundo digital», resalta.

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