Una idea para salvar ciclistas

Es una idea noble y ha tenido el respaldo en una cita importante de la innovación y las patentes como la Feria que se celebra todos los años en Ginebra (Suiza). Se llama i-Safe y su inventor es el ponferradino Iván Sánchez Merayo. El objetivo, todo un reto de la sociedad actual: evitar atropellos de ciclistas en las carreteras.

El proyecto está en fase de prototipo, y premios como Innova están ayudándole a abrirse paso, explica Iván Sánchez. Se trata de un sistema electrónico basado en un software predictivo. El dispositivo detecta a los coches que se encuentran a menos de 150 metros de distancia y analiza su trayectoria y velocidad. En caso de que exista peligro, el sistema emite un aviso lumínico para el vehículo y sonoro y visual para alertar al ciclista, quien puede ver en tiempo real toda aproximación de vehículos con riesgo de posible colisión. Además, la cámara graba los adelantamientos improcedentes, con el fin de elaborar estadísticas sobre este tipo de conductas y también con el objetivo de poder presentar las imágenes como prueba en caso de colisión. El sistema incorpora, además, la capacidad de realizar llamadas de emergencia en caso de accidente.

«Por suerte y gracias a la repercusión mediática y al apoyo del colectivo ciclista, que lo consideran que es algo necesario, y dado que ya existe una tecnología similar que ya se empieza a aplicar en los vehículos de motor, es evidente que ajustarlo a las necesidades de los ciclistas era algo que antes o después tenía que pasar», explica Sánchez Merayo sobre su proyecto.

El 40 por ciento de las muertes de ciclistas en carreteras se producen en colisiones de alcance por detrás. Y es eso justo lo que quiere combatir este sistema: «cubrir las espaldas» de los amantes del deporte de las dos ruedas. Su precio podría situarse por debajo de los 300 euros, avanza Sánchez Merayo.

Iván compatibiliza su carrera como inventor con otro trabajo. Y es que innovar, que hoy es la palabra que está recogiendo el testigo de inventor, no da para vivir, salvo que uno consiga patentar la idea y desarrollarla industrialmente: «No se puede vivir sin inventar, cuando se encuentra una solución a un problema real, de una forma u otra hay llevarla a cabo. Porque es necesario, aunque es una pena que mucha de la gente que tiene grandísimas ideas, no las pone en marcha por falta de medios, así que algo tendremos que cambiar para que todas esas grandes ideas puedan llevarse a cabo e ir solucionando cuanto antes todas las cosas que faltan por mejorar», explica este ponferradino.

El proyecto i-Safe intenta aporta a la sociedad algo tan importante como que cada uno de los ciclistas que sale a una carretera «pueda volver sano y salvo a sus casa». «Sería de las cosas más reconfortantes que podría darme la vida», señala Iván Sánchez Merayo.

Y concluye: «Este premio es una recompensa enorme a el esfuerzo para llevarlo a cabo, poder aportar a la sociedad una solución a estos trágicos sucesos. La mejor recompensa será será poder salvar vidas, concienciar un poquito más a la sociedad, a cada persona. Todo el esfuerzo habrá valido la pena entonces».