Una nueva dimensión
LA APUESTA. HP inaugura el mayor centro de impresión de 3D del mundo en Barcelona, y emplea a 2.300 personas dedicadas a la fabricación de piezas de plástico personalizadas y de bajo coste para aplicaciones industriales y médicas.
Ya no se fabrica, ahora se imprime. Sectores como la industria y la salud están cambiando su forma de funcionar gracias a la impresión 3D y España quiere liderar este cambio de paradigma. Con este objetivo, la compañía HP inauguró este jueves en Barcelona el mayor centro de impresión 3D del mundo.
Se trata de un centro de excelencia donde trabajan 2.300 personas de 60 nacionalidades, de las que 750 son ingenieros 3D, según explicó Ramón Pastor, vicepresidente global de HP y responsable del sector 3D de la compañía. Este espacio de más de 14.000 metros cuadrados con 100 impresoras industriales de última generación supone que desde Sant Cugat se estén manejando «negocios a nivel mundial para competir desde España». «Aquí se está escribiendo el futuro industrial, la realidad industrial que viviremos en el siglo XXI», señaló Pastor.
La presidenta y CEO de HP en España y Portugal, Helena Herrero, este laboratorio es un «hito» en la historia de la innovación de HP, que además cumple en estos días 80 años desde su fundación en «el mítico garaje» del actual Silicon Valley. El centro se puso en marcha en 1985 con 15 empleados como una fábrica de trazadores gráficos y hoy es una «referencia mundial de innovación», el mayor centro de I+D de la compañía fuera de Estados Unidos y el mayor a nivel global en cuanto a impresión 3D, aseguró Herrero.
La impresión 3D está revolucionando la industria ya que permite una personalización y flexibilización del proceso mucho más avanzado. Así, este centro produce tiradas de 100.000 piezas con máquinas trabajando 5 días a la semana durante las 24 horas, lo que genera 4 Terabytes de información que les permite eliminar errores de los procesos y mejorar la calidad de las piezas.
Desde este laboratorio se está empezando a producir metales por primera vez. Aunque aún está en una fase «mucho más primitiva» que la de los plásticos y su comercialización no ha comenzado, se trata de piezas que podrán ser utilizadas en el sector automovilístico o industrial reduciendo los costes y el coste de la producción. Las aplicaciones que están aprovechando más el ‘boom’ de la fabricación aditiva son el consumo, la salud, la industria y el sector automovilístico. En el caso del consumo, en HP han mostrado piezas impresas en 3D para la moda, como tacones personalizados para botas que usa LadyGaga, gafas de sol ajustadas a la anotomía de cada persona o muñecas de Mariquita Pérez con el rostro de nuestros hijos, han explicado. En el campo de la salud las aplicaciones son ilimitadas, desde prótesis personalizadas, más ligeras y a un menor precio, pasando por ortodoncias basadas en moldes y cuyo tratamiento se reduce de dos años a seis meses, hasta la impresión de órganos para que los cirujanos practiquen antes de una operación de riesgo.
A la inauguración acudió la ministra de Industria, Reyes Maroto, junto al secretario de Estado de Avance Digital, Francisco Polo y la alcaldesa de Sant Cugat, Carmena Fortuny. Maroto reconoció el «salto» que supone para la industria la llegada de la impresión 3D a gran escala y señaló que es un mercado que está experimentando un gran aumento de volumen, desde los 9.300 millones de dólares que supuso el año pasado, a los 47.000 millones que se espera que aporte en 2027.