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Investigación

HELADOS ANTE EL DOLOR

REALIDAD VIRTUAL EN EL FRÍO. Ver un video inmersivo de 360 grados con escenas heladas del Ártico ayuda a aliviar el dolor intenso y ardiente y podría tener la esperanza de tratar el dolor crónico

La realidad virtual puede interferir con procesos en el cerebro, el tronco encefálico y la médula espinal.

Publicado por
León

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Así lo refleja un pequeño estudio realizado por científicos del Imperial College de Londres publicado en la revista ‘Pain Reports. Los investigadores han descubierto que el uso de gafas de realidad virtual podría combatir una mayor sensibilidad al dolor, al sumergir a las personas en escenas de icebergs, océanos fríos y paisajes de hielo en expansión.

En un pequeño estudio de prueba de concepto, el equipo de investigadores usó videos de realidad virtual para reducir las puntuaciones de dolor continuo percibido de las personas, así como su sensibilidad a los estímulos dolorosos. Según los investigadores, los hallazgos se suman a la creciente evidencia del potencial de la tecnología de realidad virtual para ayudar a los pacientes con dolor crónico.

Más allá del efecto de distracción, piensan que sumergir a los pacientes en realidad virtual puede desencadenar los propios sistemas de lucha contra el dolor incorporados en el cuerpo, lo que reduce su sensibilidad a los estímulos dolorosos y la intensidad del dolor continuo.

El doctor Sam Hughes, del Laboratorio MSk del Imperial College y primer autor del artículo, señala que «una de las características clave del dolor crónico es que aumenta la sensibilidad a los estímulos dolorosos. Esto significa que los nervios de los pacientes están constantemente ‘disparados’ y diciendo a sus cerebro que están en un estado de dolor elevado. Nuestro trabajo —añade— sugiere que la realidad virtual puede interferir con procesos en el cerebro, el tronco encefálico y la médula espinal, que se sabe que son partes clave de nuestros sistemas incorporados para combatir el dolor y son fundamentales para regular la propagación de mayor sensibilidad al dolor».

La realidad virtual se ha probado como un método para distraer a los pacientes del dolor, con cierto éxito en procedimientos dentales menores que requieren anestesia local, pero este estudio buscaba ver si podría funcionar en un modelo simulado de dolor crónico.

En el ensayo, 15 voluntarios sanos recibieron una crema tópica en la piel de la pierna que contenía capsaicina, el compuesto urticante procedente los chiles que hace arder la boca. La capsaicina sensibiliza la piel, haciendo que el área sea más sensible a los estímulos dolorosos (una descarga eléctrica muy pequeña) e imita la mayor sensibilidad de las personas con dolor crónico, como dolor lumbar, artritis o dolor nervioso.

Luego se les pidió a los participantes que calificaran el dolor causado por la crema en una escala de 0-100 (desde ‘sin sensación’ hasta ‘el peor dolor imaginable’) mientras miraban una escena de realidad virtual de exploración ártica a través de un auricular o miraban un imagen fija de una escena ártica en un monitor. También se les pidió que dijeran cuándo un estímulo aplicado directamente al área de la piel sensibilizada se percibe como doloroso.

El equipo descubrió que el dolor continuo se redujo después de la inmersión en realidad virtual y que la sensibilidad a los estímulos dolorosos en la piel también se redujo. Sin embargo, el mismo efecto no se observó en personas que observaron imágenes fijas del entorno polar, lo que demuestra que la inmersión es el factor clave.

Explican que si bien los hallazgos iniciales son alentadores, el estudio está limitado por el pequeño número de participantes sanos, sin dolor crónico. Los futuros ensayos controlados aleatorios con pacientes con dolor crónico también podrían ayudar a confirmar su beneficio potencial para los pacientes.

Sin embargo, los investigadores creen que la realidad virtual podría tener el potencial de tratar a pacientes con dolor crónico que a menudo tienen sistemas de lucha contra el dolor integrados deficientes. Sugieren que el uso de realidad virtual puede proporcionar una terapia alternativa para algunas afecciones de dolor crónico al mejorar la actividad en las regiones cerebrales involucradas en estos sistemas de alivio del dolor.