Llega la hora de los replicantes
ROBOTS CON HABILIDADES. Ya abren puertas, corren, saltan obstáculos, ganan partidas de ajedrez e, incluso, algunos de ellos son inteligentes. «Lo que hoy ha empezado como novela de ciencia ficción, mañana será terminado como reportaje»
Así lo escribía el autor de la novela ‘2001: Una Odisea Espacial’. Quizá no sea la crónica definitiva, pero puede que esté cerca. Los robots siguen sumando habilidades y funciones reservadas a los seres humanos. Los replicantes de la mítica ‘Blade Runner’ saltan de la gran pantalla al mundo real.
No es 2049, ni la investigación la firma el Dr. Eldon Tyrell. Un grupo de ingenieros japoneses ha recreado su propio replicante en los laboratorios de la Universidad de Osaka (Japón). Affeto, así ha sido bautizado, nació como una pequeña cabeza para reproducir expresiones humanas. Con cara de niño, este replicante real «podrá sentir dolor algún día», señalan los expertos nipones.
A través de 116 puntos de presión, el trabajo de la Universidad de Osaka ha permitido trasladar a un robot expresiones humanas como sonreír, fruncir el ceño o hacer muecas. Un grupo de habilidades ya instaladas en los humanoides. Lo novedoso es que ahora mostrarán dolor.
Tras ocho años de trabajo, Affetto mantiene un cuidado aspecto juvenil, una piel de silicona artificial y varios ‘actuadores neumáticos’ que permiten que haga expresiones más reales. «Algún día los humanos crearemos robots que sean difíciles de distinguir de los humanos», apuntan los investigadores. Tales mecanismos se expanden y contraen creando algo similar a un movimiento muscular facial cuando el robot sonríe, abre los ojos y, ahora también, expresar dolor en el momento en que recibe una descarga eléctrica.
«Podrá sentir tanto dolor físico como empatía», aseguran los responsables. El trabajo sigue el empeño de fabricar robots «más sociales». «Creo que serán más efectivos en el vínculo social con los humanos cuando tengan un cuerpo más sensible y expresivo», señala el investigador Minoru Asada.
Japón es uno de los países pioneros en trasladar robots a residencias de ancianos y a escuelas para ayudar a los mayores y jóvenes en su desarrollo personal.
El investigador principal y profesor del proyecto de la Universidad de Osaka, Minoru Asada, quien también es presidente de la Sociedad de Robótica de Japón, es uno de los principales promotores que las máquinas tiendan a tener la capacidad y la capacidad de sentir moralidad y empatía.
«Todos los objetos sin vida también tienen un alma, y estos incluyen los robots de metal, que no tienen diferencias con los humanos en ese aspecto. Hoy hay menos restricciones entre los objetos y los humanos», sostuvo. Uno de los objetivos principales de la creación de Affetto y para lo que está diseñado el robot es para lograr implementar un sistema nervioso que pueda provocar que el robot sienta dolor, pueda comprender ese sentimiento y además que identifique el tacto y las posibles consecuencias de determinados estímulos.