CÓMO RESPIRABAN LOS TRILOBITES
Un nuevo estudio constata la existencia de sofisticados órganos respiratorios en criaturas marinas de hace 450 millones de años; al contrario de lo que se pensaba, los trilobites respiraban a través de las patas, con unas estructuras parecidas a las branquias que colgaban de sus muslos.
Los trilobites eran un grupo de animales marinos con cabezas en forma de media luna que se parecían a los cangrejos de herradur a y tuvieron un gran éxito evolutivo. Aunque ya están extintos, sobrevivieron más de 250 millones de años, más que los dinosaurios.
Gracias a las nuevas tecnologías y a un conjunto de fósiles extremadamente raro, los científicos de la Universidad de California en Riverside (Estados Unidos) han podido ahora demostrar que los trilobites respiraban oxígeno y explicar cómo lo hacían, unos hallazgos que se publican en la revista Science Advances y ayudan a reconstruir el rompecabezas de la evolución animal temprana.
La investigación ha sido posible, en parte, gracias a los especímenes fósiles inusualmente conservados; se han descubierto más de 22.000 especies de trilobites, pero las partes blandas de los animales solo son visibles en unas dos docenas, informa un comunicado de la Universidad de California.
Estas se conservan en pirita y su análisis es clave para entender estas estructuras antiguas.
Así, los investigadores usaron un escáner CT (tomografía computarizada) capaz de leer las diferencias de densidad entre la pirita y la roca circundante y ayudar a crear modelos tridimensionales de estas estructuras branquiales raramente vistas.
«Nos permitió ver el fósil sin tener que perforar y desbastar la roca que cubre el espécimen», apunta la paleontóloga Melanie Hopkins, del Museo Americano de Historia Natural.
De este modo, continúa, «pudimos obtener una vista que incluso sería difícil de ver con un microscopio: estructuras anatómicas de trilobites realmente pequeñas, del orden de 10 a 30 micras de ancho».
A modo de comparación, un cabello humano tiene aproximadamente 100 micras de grosor, recuerda la nota de la universidad.
Los investigadores pudieron ver cómo la sangre se habría filtrado a través de las cámaras de estas delicadas estructuras, recogiendo oxígeno a lo largo de su camino mientras se movía.