EXTRAER EL CO2 DEL AIRE
CALENTAMIENTO. En el noreste de Escocia comenzará a funcionar en 2026 la primera planta europea para capturar dióxido de carbono (CO2) a gran escala, con una tecnología que extrae directamente de la atmósfera cantidades significativas de este gas
El dióxido de carbono (CO2), gas de ‘efecto invernadero’ que se encuentra en concentraciones bajas en la atmósfera y al que se considera uno de los principales impulsores del calentamiento global debido a su capacidad de absorber e irradiar el calor, podría retirarse directamente del aire mediante una innovadora tecnología denominada ‘Direct Air Capture’ o DAC.
El sistema DAC (siglas de ‘captura de aire directa’ en inglés) ya está funcionando a escala experimental en una planta piloto de la compañía Carbon Engineering (CE) situada en Squamish (Columbia Británica, Canadá).
A mediados de esta década funcionará en una instalación a gran escala localizada en Escocia, que será la primera planta a gran escala con esta tecnología en el Reino Unido y en toda Europa.
La empresa Storegga (www.storegga.earth) pionera en proyectos de reducción y eliminación de carbono en Reino Unido, y la CE (https://carbonengineering.com) han comenzado los trabajos de ingeniería y diseño de la futura instalación DAC escocesa que eliminará permanentemente entre 500.000 y un millón toneladas de dióxido de carbono al año de la atmósfera.
Esta instalación se prevé que esté operativa para 2026, convirtiéndose en un modelo de infraestructura limpia que se podía implementar en todo el continente contribuyendo a alcanzar los objetivos medioambientales europeos, según sus impulsores.
Además de ofrecer ventajas para el despliegue de proyectos DAC, como sus abundantes fuentes de energía renovable y una mano de obra calificada de la industria del petróleo y el gas del Mar del Norte, Escocia también dispone de lugares en alta mar donde el CO2 capturado puede almacenarse de forma segura y permanente en las profundidades del lecho marino, destacan desde Carbon Engineering.
«Esta tecnología permite capturar dióxido de carbono directamente del aire que respiramos a nivel de la superficie terrestre mediante un sistema mecánico, aspirando aire atmosférico, para luego extraer el CO2 a través de una serie de reacciones químicas, mientras se devuelve el resto del aire al medio ambiente», afirman desde la compañía.
«Esto es lo que hacen las plantas y los árboles todos los días mientras realizan la fotosíntesis, excepto que la tecnología DAC lo hace mucho más rápido, con un impacto ambiental pequeño, y entregando el CO2 en una forma pura y comprimida que luego puede almacenarse bajo tierra o reutilizarse», según CE.
«La tecnología DAC opera con cuatro equipos principales, que se vienen utilizando a escala industrial desde hace años, y posibilita un proceso de extracción del CO2 que comienza con un contactor de aire (air contactor), una gran estructura modelada a partir de torres de enfriamiento industriales», explican desde CE.
Un ventilador gigante empuja aire hacia esta estructura, donde pasa sobre superficies de plástico delgadas que tienen una solución de hidróxido de potasio fluyendo sobre ellas.
Esta solución, no tóxica, se une químicamente con las moléculas de CO2, eliminándolas del aire y atrapándolas en la solución líquida en forma de una sal de carbonato.
El CO2 contenido en esta solución de carbonato se somete luego a una serie de procesos químicos para aumentar su concentración, purificarlo y comprimirlo, de modo que pueda entregarse en forma de gas, listo para su reutilización o almacenamiento.
«Esto implica separar la sal de carbonato de dicha solución en pequeños gránulos en una estructura llamada reactor de gránulos («pellet reactor») que ha sido desarrollado adaptando una tecnología precedente destinada al tratamiento de agua», según la firma canadiense.