Un refugio de sostenibilidad

«Todos necesitamos un lugar en el que desarrollar nuestras inquietudes y pasiones, disfrutar, concentrarnos o simplemente desconectar. Nuestros refugios surgen de la idea de vida en la naturaleza de una manera sostenible. Nos encanta la montaña, y siempre nos han fascinado sus refugios. Cómo se realizaban estas construcciones para acoger a los pastores. En ello nos hemos inspirado para crear nuestro concepto de refugio, capaz de adaptarse a un lugar urbano pero también a una zona geográfica extrema. Siempre respetando los criterios de sostenibilidad en cada uno de los procesos que interviene en el proyecto». Así es la «vivienda mínima», pero también el cobertizo o la construcción adosada a una ya existente. Una estructura reutilizable, realizada en madera certificada de bosques sostenibles, que puede ser autosuficiente energéticamente, con proveedores y montadores de cercanía, cimentación no agresiva con el entorno, con sistemas de aprovechamiento de agua,...

Es la propuesta de Malmö Ingenieros, un estudio que desde hace diez años está en León y que lideran dos ingenieros especializados en el diseño, cálculo y delineación de estructuras.

Son Mario González Santos, ingeniero Técnico Industrial por la Universidad de León y experto en diseño de estructuras, especializado en Passive House; y Andrea Grandoso Álvarez, ingeniera de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Burgos y especializada en cálculo de estructuras.

Su tarea hasta ahora se había centrado en diseño de grandes estructuras e ingenierías de cálculo estructural, en proyectos multidisciplinares con equipos de arquitectura, ingeniería, fabricación, montaje, instalaciones,...

«En los refugios vimos una necesidad, por las nuevas demandas que como nosotros, grandes amantes de la montaña, tienen muchas personas. Pero también entendemos que es la forma en la que nuestro trabajo puede repercutir en nuevas propuestas para la provincia. No es necesario centrarse siempre en grandes proyectos, multidisciplinares».

Andrea Grandoso y Mario González forman el estudio Malmö Ingenieros, que ha desarrollado el modelo de refugios sostenibles. FERNANDO OTERO

Sostenibles

Inspirados en los ancestrales refugios de los pastores que salpican la montaña que tanto aman, surgió la idea de la construcción de refugios que cumplen todos los criterios de sostenibilidad, y que son capaces de adaptarse a todos los entornos. Han creado un piloto en su estudio, y ya hay empresas de albergues y campings que se han interesado por su proyecto. Que tiene todo un mundo por explorar en las propuestas personales de quienes quieren un escondite en la naturaleza, respetuoso con ella.

«La sostenibilidad es la base de toda la propuesta. La estructura, por ejemplo, es siempre reutilizable. Se basa en sistemas de atornillado que pueden trasladarse o transformarse. Además tanto los proveedores como los montadores son de cercanía; y siempre buscamos que los acabados tengan un sello de sostenibilidad. Las maderas son de bosques certificados en este sentido, e intentamos que las construcciones estén desconectadas de la red eléctrica, que sean autosuficientes».

Sostenibilidad también en la forma de instalar los refugios. «Buscamos una cimentación de bajo impacto, de forma que la estructura pueda desplazarse en cualquier momento sin dejar una huella agresiva en el entorno».

En el proceso de industrialización, los refugios de Malmö Ingenieros son estructuras prefabricadas. «Dedicamos mucho tiempo en la oficina y en el taller para trabajar en el diseño y la realización del proyecto, de forma que luego el montaje se lleve a cabo de forma muy rápida».

Autosuficiencia energética

La propuesta de este tipo de edificaciones no se limita a los refugios, va desde cobertizos (para construir por ejemplo aledaños a otras estructuras o instalaciones rurales) a cabañas. «Lo que proponemos son soluciones personalizadas». En las que la gestión energética es fundamental.

«Depende de si están ubicadas en lugares remotos y desconectados, o si pueden acceder a una red de energía o abastecimiento, lo que implica una instalación más sencilla». Para proyectos de mayor envergadura y multidisciplinares la propuesta que realizan los dos ingenieros «aborda todo el tema de abastecimiento y distribución de energía, con paneles solares, generadores eólicos,... Estudiamos también la gestión del saneamiento, así como el aprovechamiento del agua y otros recursos naturales».

En realidad, señalan los ingenieros, «cada proyecto marca lo que necesita, pero siempre es necesario hacer un estudio de en qué zonas se van a ubicar y las estructuras existentes para ver las necesidades».

De momento han construido un refugio piloto para poder mostrar en la práctica todo lo que han desarrollado. «Luego hay que ver, según el lugar donde se ubique, si tiene cerca algún abastecimiento de luz o agua. Si no, buscamos el método de generación y también cómo almacenar la energía eficientemente. Y estamos diseñando redes de almacenamiento de agua, retención de agua de lluvia, sistemas radiculares, reservas,...».

Por otra parte, los informes previos que realiza Malmö tienen en cuenta también los permisos necesarios para la instalación en cada zona, dependiendo de las normas urbanísticas («en ocasiones se necesita un proyecto de arquitectos o permisos, otras veces no»).

En función del clima

Los estudios y cabañas tienen un método de construcción estandarizada, aunque pueden variar los materiales y diseños para adaptarse a las parcelas, condiciones de acceso,... «La idea es que estén preparados para un entorno urbano, pero también para uno extremo, donde estén totalmente aislados».

El objetivo de crear este tipo de construcciones nace de «nuestra inquietud por la vida en la naturaleza, de una manera sostenible y en sintonía con el entorno. Por otro lado, pretendemos poner en valor el diseño estructural, y en equilibrio con la estética. Nos han inspirado varios viajes a Escandinavia, y a partir de ahí hemos realizado un diseño común con cubierta a un agua, estructura reutilizable y acabado con sello sostenible. Hemos querido desarrollar tres construcciones diferentes, basadas en la idea de un espacio personal en contacto con el entorno».

Los espacios pueden tener varios usos, desde almacén, garaje, oficina, gimnasio, merendero, taller de bricolaje, estudio de pintura, sala de descanso, bodega, biblioteca,... O complementar y ampliar las instalaciones de negocios como campings, albergues, turismo rural, restauración,...

Passivhaus

González y Grandoso son además diseñadores Passivhaus. «Defendemos que en el futuro todas las construcciones deben de ir encaminadas a esta tecnología, totalmente respetuosa con el entorno y saludable para las personas».

Malmö realiza trabajos de diseño y cálculo de estructuras, con proyectos como pabellones, instalaciones deportivas,... «como diseñadores Passivhaus participamos en reformas de pisos antiguos y casas rurales en las que aplicamos estos principios».

Principios que se resumen «en conceptos como el aislamiento térmico, la hermiticidad al aire, carpinterías que no tengan puente térmico, si se puede de triple vidrio. Y es fundamental el sistema de ventilación, que es lo más novedoso. Un sistema mecánico que renueva el aire constantemente y elimina impurezas y olores. Eso hace que estés en el ambiente adecuado 24 horas al día».

El criterio de sostenibilidad se amplía a las edificaciones industriales. «También pueden ser sostenibles. Desde un taller o una oficina a una fábrica, es posible otro tipo de diseño industrial que sea respetuoso con el medio ambiente. Para ello es fundamental tener en cuenta factores clave, como una mayor eficiencia energética, construcciones reutilizables, materiales de proximidad, aislamiento térmico y hermeticidad y apoyo en energías renovables para los sistemas de climatización».