MODULAR LA MICROBIOTA
BIOINFORMÁTICA. Desarrollan una herramienta bioinformática para modular la microbiota intestinal, en un avance hacia la nutrición personalizada
Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR), la de Navarra, y el Instituto de Investigación de Valencia, han desarrollado una herramienta bioinformática para optimizar la microbiota intestinal. Se trata de un estudio que supone un avance hacia la nutrición personalizada al conseguir modular estos microorganismos.
El trabajo desarrollado por especialistas de la UGR, la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Navarra y el Instituto de Investigación de Valencia (Fisabio), permite desarrollar programas de nutrición personalizada teniendo en cuenta la composición de la microbiota de cada individuo.
La microbiota intestinal está formada por más de cien billones de microorganismos y actúa como una barrera que protege al organismo de bacterias que causan enfermedades. Además, consigue mantener el sistema inmunológico en buen funcionamiento o ayuda a digerir componentes de los alimentos que el organismo no podría por sí mismo.
Proyecto europeo
El trabajo se enmarca en el proyecto europeo Stance4Health, cuyo objetivo es integrar la microbiota intestinal en las herramientas de nutrición y personalizar la elaboración de dietas en distintas patologías como la obesidad, la celiaquía y distintos tipos de alergias.
«Las herramientas de nutrición personalizada actuales utilizan fundamentalmente datos genéticos del paciente. Esta aproximación es incompleta y poco optimizada porque no tienen en cuenta el aporte metabólico de la microbiota intestinal», ha apuntado el investigador del departamento de Ingeniería Biomédica que ha liderado el estudio Francisco J. Planes.
El equipo de investigadores ha desarrollado una herramienta que permite predecir cómo la microbiota de cada individuo descompone los alimentos en el intestino y, por lo tanto, decidir qué alimentos resultan más recomendables para cada persona por su aporte metabólico y la condición clínica de cada uno, ha añadido Planes.
El investigador principal del departamento de Nutrición de la Universidad de Granada y coordinador del proyecto de investigación Stance4Health, José Ángel Rufián, ha detallado que tener en cuenta la microbiota intestinal en los programas de nutrición personalizada representa un potencial enorme para conseguir proteger ante el posible desarrollo de enfermedades que sean crónicas.
Utilizando diversas técnicas bioinformáticas, han completado el metabolismo de 250 nutrientes, como el de los compuestos fenólicos, que están presentes en alimentos vegetales como frutas, hortalizas, legumbres y bebidas como el té y café.
Serie de procesos
«A través de una compleja serie de procesos, las bacterias influyen en cómo nuestro organismo procesa los alimentos. A su vez, estos alimentos pueden alterar la comunidad microbiana alojada en nuestro interior y esta interacción dieta-microorganismos puede modificar la salud de forma drástica», según ha concluido la investigadora que ha liderado el estudio que ha sido desarrollado en Fisabio, María Pilar Francino.
El cuerpo humano está ‘invadido’ por un gran número de microorganismos que, conjuntamente, conforman la microbiota humana.
La más rica en cuanto a composición de especies es la intestinal, pero en todo el cuerpo estos organismos microscópicos juegan un papel fundamental para la salud.