OVEJAS SIN ABORTOS

La toxoplasmosis es una de las enfermedades que más pérdidas genera en las explotaciones ganaderas ovinas, sobre la que se lleva tiempo investigando pero en la que hay puestas expectativas de lograr nuevas y más efectivas vacunas. En la investigación in vivo (en las propias ovejas) de las causas de esta patología trabaja Raquel Vallejo García, que ha sido galardonada además con el segundo Premio Nacional Fin de Carrera en Veterinaria. Mientras, se prepara para obtener la diplomatura europea en Patología Veterinaria ultima su tesis doctoral. Antes de pasar a la empresa privada o a la industria farmacéutica, crítica con el sistema oficial de investigación, la veterinaria leonesa se concederá un año para repetir su experiencia de voluntariado en Latinoamérica.

Vallejo estudió Veterinaria en la Universidad de León, y estudió su tercer año de carrera en Wroclaw (Polonia) con una beca Erasmus. Acabó en julio de 2017 y comenzó entonces a trabajar en la empresa leonesa de diagnóstico veterinario Indilab, con una beca Santander. Volvió a la Universidad, pero se dio un tiempo para las actividades de voluntariado, que junto con la escalada centran algunas de sus muchas aficiones.

Estuvo cuatro meses en Perú antes de comenzar el doctorado en el Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria, con una beca de Formación de Profesorado Universitario del Ministerio de Educación, con la que trabaja hasta el próximo mes de noviembre.

La veterinaria leonesa desarrolla su investigación en el Área de Anatomía Patológica Veterinaria. Una tesis sobre la ‘Interacción hospedador/parásito en la toxoplasmosis ovina: influencia de la virulencia del parásito sobre la respuesta inmunitaria y la patogenia de la enfermedad’. Que diriguen Valentín Pérez, Julio Benavides y Daniel Gutiérrez . «Los estudios experimentales se realizan en el Instituto de Ganadería de Montaña, que es un centro mixto de la Universidad de León y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic)», explica.

La Toxoplasmosis que es una enfermedad parasitaria que provoca que las ovejas aborten y por tanto implica grandes pérdidas económicas para los ganaderos. «A parte es una Zoonosis, es la enfermedad por la que las mujeres embarazadas no pueden comer carne cruda, por ejemplo. Mi estudio se centra en cómo este parásito provoca el aborto en las ovejas, y cómo las diferentes cepas que la producen, así como la respuesta que el sistema inmune de la oveja tiene frente a este parásito, influyen en esta enfermedad».

Estos estudios se realizan tanto invitro ( utilizando células immunitarias que se sacan de la sangre de ovejas) o invivo (haciendo experimentales infectando ovejas gestantes). «La investigación trata de conocer más a fondo por qué se produce el aborto por toxoplasma. Para eso se aislaron tres cepas de toxoplasma en España, y se han probado en experimentos en ratones invitro, en Madrid. Aquí lo que hemos hecho es probarlo en ovejas in vivo. Eso es lo novedoso», señala Raquel Vallejo.

Hasta ahora el tratamiento de esta enfermedad, una de las más preocupantes para las explotaciones ovinas, se basa en una vacuna que se está administrando. «Lo que se pretende con las nuevas investigaciones es ahondar en las razones por las que se produce el aborto, para generar nuevas vacunas que sean más efectivas», explica la veterinaria.

La toxoplasmosis actúa en algunos animales igual que en las personas. En el caso de los gatos, por ejemplo, ingieren el parásito pero en su intestino se forman unos quistes que expulsa. Esos restos se quedan en las granjas y las ovejas pueden ingerirlos; o puede comerlos un ratón y la oveja comer los restos del ratón e infectarse. En el caso de los humanos la infección se produce al ingerir verduras que no están bien lavadas, o al comer carne cruda. Por eso las embarazadas no deben comer carne cruda.

Si se ingiere el parásito puede multiplicarse en el intestino de la oveja o la mujer, y puede llegar al feto. Esto provoca inflamación en la placenta y el propio feto y se produce el aborto; o produce malformaciones.

En el caso de la ganadería esto se traduce en importantes pérdidas económicas, que es lo que se trata de reducir con la investigación sobre nuevas y más efectivas vacunas.

A lo largo de su carrera Raquel Vallejo ha participado también en investigaciones sobre paratuberculosis, de una bacteria que produce inflación en el intestino de las vacas, ovejas y cabras, que es la otra línea de investigación del grupo en el que realiza su tesis doctoral.

Además ha investigado en linfomas en perros, y ha colaborado en casos clínicos que llevan al diagnóstico. «En casos raros se ha investigado y publicado sobre qué los ha provocado».

Raquel Vallejo compagina la tesis doctoral con la especialización en Patología Veterinaria, en la que tiene puestas su expectativas de futuro laboral. «En el año 2018 empecé una residencia en Patología Veterinaria en la Universidad de León, tutorizada por Valentín Pérez y Nerea Cuesta. El objetivo es obtener una Diplomatura ( especialización) Europea en Patología Veterinaria expedida por el Colegio Europeo de Patólogos Veterinarios ( https://www.ecvpath.org/) . Por esto también he estado realizando haciendo diagnóstico de anatomía patológica en la Universidad de León». Esta especialización se consigue mediante un examen en Bélgica.

El futuro más próximo para la veterinaria leonesa se centra en conseguir la Diplomatura Europea y terminar la tesis doctoral en un plazo aproximado de un año. En lo laboral sus expectativas están en trabajar en el campo de la Patología Veterinaria, en un primer momento en el extranjero. «En patología se puede trabajar en diagnóstico, sobre tumorales, haciendo biopsias y cosas así; o en una farmacéutica, haciendo patología de investigación en animales de laboratorio. Por eso no descarto seguir trabajando en investigación, si estás en una farmacéutica sigues investigando, pero orientado de forma diferente. Eso implica que no te centras toda tu vida en investigar el toxoplasma, por ejemplo; y que tienes que conseguir todo el tiempo becas para hacerlo. Lo que supone que durante muchos años no tienes un trabajo estable. En la industria sigues investigando, aunque no te centres tanto en un tema concreto. Pero con contratos».

Vallejo insiste en que no cierra las puertas a la investigación, pero «me parece un campo en el que se fomenta mucho la competitividad sobre todo en España. Dependes de becas y las condiciones laborales no creo que sean muy justas. Eso desanima. No comparto la manera de llegar a una plaza». Además, «la patología es un campo más amplio, está abierto a otro tipo de materias».

Antes de llegar a ese punto, y después de presentar su tesis, la veterinaria tiene planeado dedicar un año a desarrollar su tarea de voluntariado en Latinonoamérica. Está relacionado con niños, aunque sus inquietudes pasan por «conocer mejor toda aquella zona».