Radar: la patente leonesa que salva vidas en la carretera

Evitar el peligro que supone salir del coche cuando se produce una avería o un accidente en la vía y aportar novedades como la geolocalización y la radiofrecuencia para avisar a otros conductores son los objetivos del proyecto Far Alarm Road Object (Faro), que ha desarrollado y patentado el leonés Javier Martín García, que trabaja ahora para que las marcas de coches integren su dispositivo en los vehículos que fabrican. Una herramienta que tiene como ventajas no sólo que el conductor afectado no necesita abandonar el vehículo, con el riesgo de atropello que implica, sino que se despliega automáticamente, está integrado en el sistema eléctrico del vehículo (con lo cual no hay peligro de baterías agotadas o fallos en las luces) y es visible desde un radio mucho más amplio.

Martín García desarrolló sus estudios en Biología Molecular, aunque su actividad profesional no está relacionada con esta materia. Tampoco con su curiosidad por los desarrollos técnicos y la innovación. «Me impactó un accidente en el que un autobús arrolló a dos chicos que estaban parados en la carretera porque se había estropeado su coche. Es lamentable que no hayamos desarrollado algo más seguro. Ahí empezó la aventura de diseñar Faro».

En realidad los clásicos triángulos que hay que colocar delante y detrás del coche averiado tienen los días contados, concretamente hasta finales de 2025, según la decisión de Tráfico. Desde el pasado mes de julio son también válidas para señalar un vehículo averiado las balizas luminosas. «Frente a ellas, el dispositivo que he diseñado tiene varias ventajas. En primer lugar, se despliega automáticamente cuando hay un incidente, no depende de la voluntad del conductor para colocarlo. Además siempre está preparado, no se queda sin energía porque siempre está alimentado. Es mucho más visible que la baliza V-16, y también señala el geoposicionamiento del coche averiado. Y puede avisar a otros conductores a distancia, para que estén prevenidos».

Sistema

El desarrollador explica que Faro «se integra de manera imperceptible en la parte superior del vehículo, y se despliega en una maniobra rápida y sencilla, a la vez que incorpora un sistema de radiofrecuencia que alerta a distancia a otros vehículos. Además incorpora un módulo de geoposicionamiento que facilita la ubicación a los servicios de emergencia. En definitiva, supera en seguridad, sencillez, comodidad, eficacia y fiabilidad a los dispositivos que actualmente se encuentran en el mercado».

Martín García explica que «es necesario desarrollar un sistema que permita señalar la detención del vehículo sin necesidad de salir de él, así que los triángulos reflectantes no son eficaces (además de que tienen ya los días contados); y también de mayor visibilidad que las balizas luminosas que se están comercializando. Por eso surgió la idea de crear un dispositivo que incorpore innovaciones tecnológicas con el objetivo de proteger vidas».

El dispositivo tiene una parte mecánica que ante un incidente eleva dos columnas y despliega un triángulo con luz. Esta parte va integrada en el vehículo de forma permanente, bien en los alerones traseros o a través de «un proceso de embutición en el techo».

La parte electrónica va instalada en el propio vehículo también, y tiene que prepararse durante el proceso de fabricación. «El sistema puede activarlo el propio conductor, pero en caso de impacto actúa de forma automática. En ambos casos se despliega sobre el techo del vehículo un triángulo reflectante sostenido con dos columnas luminosas, que lo hacen visible a varios kilómetros de distancia, tanto de noche como de día». Precisamente uno de los problemas de las balizas actuales es que de día su visibilidad es sensiblemente menor.

Con este mecanismo «lo que se consigue es ofrecer la máxima visibilidad sin necesidad de mantenimiento ni manipulaciones previas. Sin pilar ni conexiones externas, y que se recarga al tiempo que la batería del automóvil, por lo que en caso de desconexión dispone aún de una autonomía prolongada».

El creador del sistema Faro destaca también que «incorpora un sistema inteligente que permite la actividad automática en caso de accidente, como ocurre con el airbag, y que su sistema de radiofrecuencia avisa a distancia a los vehículos que se aproximan, en el caso de que la avería se haya producido en una curva o zona de baja visibilidad».

«El sistema está concebido para ofrecerse incorporado de serie en cualquier vehículo, como el cinturón de seguridad, el airgab, ABS u otros sistemas de seguridad activa y pasiva que se han ido incorporando a lo largo de los años, y que han contribuido a salvar numerosas vidas».

El objetivo

«Lo más importante de un vehículo son, sin duda alguna, sus pasajeros; y no hay que escatimar esfuerzos para proteger sus vidas», explica el inventor, que recuerda las elevadas cifras de atropellos a conductores que se han bajado de sus vehículos, pero también de los operarios de grúa mientras realizaban labores de rescate (más de 60 desde 2015, y otro centenar resultaron heridos).

«El tradicional triángulo de emergencia tiene los días contados. El 1 de enero de 2026 lo único que estará permitido para señalizar incidencias será una señal luminosa con geolocalización, algo de lo que carecen buena parte de las balizas que ahora se comercializan, y cuya conexión con los servicios de emergencia aún no está desarrollada».

Javier Martín destaca la mayor eficacia del sistema que ha patentado frente a la utilización de las balizas actuales. «Aunque estas luces V-16 evitan salir del vehículo, es necesario colocarlas sobre el techo, lo que requiere la participación del conductor o de un pasajero. A veces no es fácil la movilidad, o hay situaciones de estrés e incertidumbre que hacen que no siempre se esté en condiciones de localizarla o accionarla. Por otro lado, su fuente de alimentación es una pila, susceptible de descargarse por falta de uso o por sustitución. Además, las balizas no siempre se ven bien durante el día. Por eso diseñamos un sistema integrado de alta visibilidad y de activación automática, que garantiza la carga continua y la actividad como la del airbag».

Actualmente Javier Martín García se encuentra «explorando» las posibilidades comerciales del instrumento desarrollado; desde aceleradoras a fondos de inversión, incluso las marcas de fabricación de vehículos. «Es algo realmente complejo, me he dado cuenta con el tiempo. Desde la obtención de la patente, no sólo nacional sino a nivel internacional, al propio diseño y la comercialización del proyecto».

Se muestra convencido de las posibilidades de su propuesta. «Hasta ahora los fabricantes han propuesto utilizar robots o drones para evitar que los ocupantes del vehículo tengan que salir de él. Radar es mucho más sencillo y efectivo».