PREMIO ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
David González Cuadrado: espacio menos contaminado
Trabaja como ingeniero de investigación en el Laboratorio de Turbinas de Gas del Massachusetts Institute of Technology (MIT)
Conseguir motores y combustibles menos contaminantes en la aviación es una meta medioambiental, dentro del objetivo emisiones cero en el año 2050, pero también económico, por el enorme ahorro que supone para las empresas del sector. Un objetivo en el que hay laboratorios punteros a nivel internacional. En los más destacados ha investigado el ingeniero aeronáutico por la Universidad de León David González Cuadrado, que actualmente trabaja como ingeniero de investigación en el Laboratorio de Turbinas de Gas del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Un referente en este sector desde hace más de 50 años, en el que trabaja en los avances en aeropropulsión y en los proyectos de desarrollo de potencia aeroespacial y turbomáquinas. Un trabajo que se desarrolla tanto desde el punto de vista de la investigación académica como de las empresas.
González Cuadrado se graduó en Ingeniería Aeronáutica por la ULE, y realizó su Erasmus sobre fabricación aeronáutica en la Univesidad Paul Sabatier de Toulouse. Se doctoró en la Universidad Politécnica de Valencia, donde trabajó en el Centro de Motores Térmicos. A partir de entonces trabajó en los principales centros de investigación sobre su especialidad aeronáutica a nivel mundial, como un máster en investigación de fluidos dinámicos en el Instituto Von Karman de Bruselas, o el título de doctorado en Ingeniería Mecánica en la Universidad de Purdue. Una trayectoria en la que entre otros proyectos ha trabajado en el desarrollo de túneles de viento para diseño y optimización de turbinas, con el objetivo de testear los diferentes componentes de los motores de aviación. O, como parte de su tesis doctoral, la aplicación de métodos matemáticos que resuelvan la ecuación de transferencia de calor.
Actualmente en el Laboratorio de Turbinas del MIT trabaja en investigaciones como el cálculo tridimensional de flujo en un compresor transónico o experimentos a escalas, pasando por motores inteligentes y el control de la inestabilidad de las turbomáquinas. El avance en los combustibles es otra de las áreas en las que la industria aeronáutica y aeroespacial tiene más interés en avanzar. Aún queda mucho camino por recorrer, pero se investiga también la utilización del hidrógeno. Las implicaciones de los avances son enormes, y la reglamentación muy estricta. Pero la industria aeronáutica tiene gran interés en estos avances. Cada pequeña reducción o una mínima mejora en la eficiencia que se logre tiene una enorme repercusión económica, y las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial permiten avanzar en la mejora de los motores existentes, pero también en el diseño de nuevos prototipos.
Un enorme esfuerzo investigador para lograr avances en cada uno de los componentes que forman parte de la industria aeronáutica, uno de los sectores económicos más potentes, y también que más retos plantea, de cara al futuro.