La caja negra del embrión
EL DEBATE DE LOS 21 DÍAS. El aumento de la fecundación multiplica la donación de embriones. «Como sociedad tenemos que reflexionar sobre qué queremos». Sobre la mesa también, ampliar el plazo en el que se puede investigar con ellos
Las investigaciones que se llevan a cabo con embriones humanos tienen una estricta legislación, que ha cambiado en los últimos años y se mantiene en permanente debate. «Lo que podemos hacer ahora es lo mismo que en 2014. Pero, al menos en Reino Unido, existe hay un fuerte debate, y muchas personas que quieren cambiar esta ley.
Marta Shahbazi recuerda que hace un año la Sociedad Internacional para el Estudio de las Células Madre publicó una serie de artículos en los que sugería condiciones para regular la investigación con estas células, con embriones,...
«Una ley muy importante sobre la investigación con embriones que se respeta en muchos países a nivel mundial es la Ley del día 14, que estipula que los embriones humanos no pueden estudiarse in vitro más allá de ese día de desarrollo. En los artículos que publicó la sociedad se sugería que esa normativa debía eliminarse, y que si existía una razón científica y una justificación clara de por qué los embriones debían cultivarse más allá de ese día eso debía permitirse».
La científica leonesa señala que «cuando esto se publicó muchas personas me contactaron para decir que ya podíamos continuar con los embriones más allá de 14 días, hubo un poco de confusión». Y recuerda que la publicación de estos artículos no implica que tengan ningún carácter legal. «Por mucho que se sugiera, ese límite legal está ahí, y nuestras investigaciones tienen que respetarlo. A raíz de eso hay un fuerte debate sobre la conveniencia de eliminar esa ley y poner un nuevo límite. El problema es qué nuevo límite poner. En todo caso, ahora todo está en el plano de la discusión, con muchas campañas que buscan también conocer también la opinión pública, para ver si apoyarían ese cambio o no».
Por lo que se refiere a la postura personal de la investigadora en este debate, señala que «no deberíamos apresurarnos a cambiar la ley, aunque probablemente en el futuro puede extenderse otros siete días. No deberíamos apresurarnos porque en realidad con nuestra sistema podemos cultivar los embriones hasta el día 13, pero muy pocos llegan a esa fecha. La mayoría no pasan su desarrollo más allá del día 11. Por eso creo que primero deberíamos mejorar nuestro sistema de cultivo para que esos embriones lleguen al límite que tenemos actualmente de una manera mejor. Hay mucho aún que hacer del día 7 al 14 para mejorar el sistema y comprender cómo los embriones están desarrollándose. Hace poco que conseguimos cultivarlos más allá del día 7, todavía podemos mejorar mucho en ese tiempo. No veo entonces que haya ninguna prisa por cambiar la ley».
Por otro lado, se explica el argumento de que si se extendiese esa ley, hasta el día 21 o potencialmente hasta el 28, «podríamos cubrir todo el espectro del desarrollo embrionario, porque a partir del día 21 es posible obtener embriones de abortos. En Inglaterra hay una asociación que recoge esas muestras que provienen de abortos voluntarios y se pueden destinar a la investigación, son donaciones. Con una semana más podríamos cubrir todo el espectro del desarrollo, porque in vitro podíamos estudiar desde la fecundación hasta el día 21 y desde entonces conseguir esas muestras».
Lo cierto es que del día 14 al 21 «pasa algo muy importante que se llama la gastrulación, que es cuando las células deciden en qué tipo de células se van a convertir. Es un proceso fundamental para el embrión y ahora mismo no tenemos modelos de embriones para estudiar esto, esta ampliación nos permitiría cubrir ese vacío, lo que se ha llamado la caja negra del desarrollo embrionario».
En todo caso, «me gusta llamar la atención sobre el hecho de que los embriones que estamos utilizando son sobrantes. Las parejas que los tienen no los quieren, y esos embriones van a ser destruidos, sí o sí. No se pueden utilizar para reproducción, inevitablemente es así en las técnicas de este tipo. Entonces, como sociedad tenemos que preguntarnos qué queremos hacer con ellos destruirlos inmediatamente o intentar hacer algo positivo con ellos. Y con el aumento que está habiendo en las técnicas de reproducción asistida, cada vez hay más embriones sobrantes».
Con Shahbazi contactan clínicas en España que tienen embriones sobrantes, y parejas que quieren destinarlos a la investigación. Pero no hay grupos de investigación suficientes en el país o esas clínicas no tienen colaboración con ellos. «Es una lástima no contar con este material para investigar, sobre todo cuando las parejas quieren donar».