MEDIO AMBIENTE
Horizonte para el reciclaje
Un proyecto de la ULE busca microorganismos que se puedan incorporar a materiales y darles otra vida
La Facultad de Veterinaria de la Universidad de León acogió la presentación de Estella, un proyecto de colaboración de la Universidad de León con el Centro Tecnológico Cidaut, financiado por la Unión Europea dentro de la nueva convocatoria Horizon Europe, y que supone el primero que recibe la institución leonesa dentro de esta convocatoria. Estella (DESign of bio-based Thermoset polymer with rEcycLing capabiLity by dynAmic bonds for bio-composite manufacturing), tendrá una duración de tres años y medio.
Carlos Polanco, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de León, recibió a los responsables y coordinadores del proyecto y a los investigadores de los centros y entidades europeos implicados en el desarrollo de esta investigación. Junto al vicerrector, han estado presentes Carlos Barreiro y Elías Rodríguez, del Departamento de Biología Molecular, y Julia Guerrero y Alicia Rodríguez, de Cidaut.
Estella es el primero de los proyecto s de la Universidad de León financiado a través de Horizon Europe con un presupuesto cercano a los cinco millones de euros y se centra principalmente en la búsqueda y desarrollo de microorganismos que, una vez aislados y caracterizados, se puedan incorporar a materiales compuestos poliméricos termoestables (materiales que se usan en la construcción de piezas de avión o en bicicletas, por ejemplo) con el fin de que una vez terminada la vida útil sean fácilmente reciclables.
León se coloca a la vanguardia de las investigacioes para lograr fórmulas de reciclaje donde antes era utópico
El desarrollo de este proyecto Estella ha sido valorado muy positivamente por el vicerrector de Investigación, Carlos Polanco, quien ha explicado que para lograr incrementar el número de proyectos europeos «la Universidad de León ha trabajado en la dotación de personal en la Oficina de Proyectos Europeos de Investigación donde se da apoyo a nuestros investigadores y gracias a esa labor, la tasa de éxito ha aumentado considerablemente, pasando de 2-3 proyectos, a la actualidad que contamos con 12 proyectos ‘vivos’ financiados por Europa».
Julia Herrero, coordinadora del proyecto en CIdaut, ha centrado su intervención en las razones que les llevaron a los investigadores a concretar el proyecto Estella. «Ahora mismo existe un residuo que se usa en piezas de ingeniería aeroespacial , la automoción y la construcción hasta aplicaciones domésticas, que cuando terminan su utilidad son difíciles de reciclar, o se entierran o se queman para la producción de energía, lo que ocurre es que Europa no va por esa línea, de ahí que a través de este proyecto queremos introducir a la materia una química dinámica que permita, bajo determinados estímulos, ser reciclable de forma fácil». Y esas futuras vías de reciclado las estudiarán a través de una planta piloto que instalarán en Dinamarca. Carlos Barreiro ha añadido a esta explicación que el objetivo de la ULE es entrar en el concepto de Economía Circular, y focalizar el proceso en la reutilización y el reciclado, «para conseguir dar una segunda vida a los materiales, un reto muy importante para nosotros».
La investigación inicial de estos compuestos y la utilización como nutrientes centran las tareas de Cidaut y la ULE
El objetivo principal del proyecto ESTELLA es aumentar la eco-sostenibilidad de los compuestos epóxidos termoendurecibles. Para la consecución de este objetivo se trabajará sobre toda la cadena de valor de dichos materiales, como la etapa inicial de diseño, los procesos de fabricación, los procesos de reciclaje con el fin de incrementar la tasa de recuperación de sus componentes y el fortalecimiento de las dimensiones ambientales y económicas.
Estella (https://estellaproject.eu/; Twitter: @project_estella) es un proyecto coordinado desde CIDAUT (Fundación para la Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía; Valladolid) por Julia Guerrero Fernández.
La ULE, desde el Área de Bioquímica y Biología Molecular, a través de los investigadores Carlos Barreiro y Elías R. Olivera, forma parte de este consorcio compuesto por 13 socios de 9 países europeos: las universidades de León (España) y de Wageningen (Holanda); Siete centros tecnológicos o Institutos de Investigación: ANDALTEC (España), CIDAUT (España), Fraunhofer Institute (Alemania), ICSO (Polonia), Kemijski inštitut (Eslovenia), SINTEF (Noruega) y WOOD KPlus (Austria); Una empresa: FeyeCon (Holanda) y Tres PYMEs: CELABOR (Bélgica), ECRT (Dinamarca) e IDENER (España).
La investigación sobre la degradación inicial de estos compuestos, así como la búsqueda de microrganismos capaces de utilizarlos como nutrientes, fomentando así su degradación, centran las tareas de Cidaut y la Universidad, respectivamente, en Estella. Esta labor supone un gran reto tecnológico y científico, motivo por el cual la Unión Europea seleccionó este proyecto para su financiación.
Polanco, vicerrector de la Universidad de León, explicó que los investigadores «están recibiendo el apoyo necesario para mejorar la tasa de éxito». La ULE gestiona «doce proyectos por valor de un millón de euros». Por su parte, Julia Guerrero refirió desde Cidaut la necesidad de este proyecto «que abarca desde partes de un avión hasta piezas bicicletas». Cuando acaban su vida natural se queman para obtener energía «y esa no es la vía. Con una química adecuada, se pueden reciclar».
Hay intención de crear una planta de reciclaje en Dinamarca, se emplean el reciclaje mecánico, el químico y el biológico «que este último es especialidad de León». Barreiro puntualizó que la transformación se realizará «con encimas» que permitirán reutilizar de la mano de los microorganismos.
Los materiales epóxidos presentan un amplio rango de aplicaciones que abarcan desde la ingeniería aeroespacial, la automoción y la construcción hasta aplicaciones domésticas. Esto se debe a sus peculiares propiedades multifuncionales como su alta resistencia y su ligero peso. Actualmente, el principal desafío asociado a estos compuestos es su baja tasa de descomposición o el complejo reciclado tras su vida útil, que en muchas ocasiones finaliza en su incineración o acumulación en vertederos.
La investigación sobre la degradación inicial de estos compuestos, así como la búsqueda de microrganismos capaces de utilizarlos como nutrientes, fomentando así su degradación, centran las tareas que se están llevando a cabo.
Estella (DESign of bio-based Thermoset polymer with rEcycLing capabiLity by dynAmic bonds for bio-composite manufacturing), tendrá una duración de tres años y medio.
Europa financia proyectos con altas tasas de fracaso pero vamos a poner todo nuestro esfuerzo. Cada vez hay más microorganismos que modifican el plástico. Hay que aislarlos e identificarlos y tratar de integrar todo eso en el proceso del reciclado», señaló Barreiro en su intervención.
Esta labor supone un gran reto tecnológico y científico, motivo por el cual la Unión Europea seleccionó este proyecto para su financiación. Estella ha sido el primer proyecto de la nueva convocatoria Horizon Europe recibido por la Universidad de León. El proyecto ya ha celebrado su reunión de lanzamiento en la sede del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Bruselas.