Los delicuentes, en busca de identidades
Los deepfakes pueden utilizarse para atacar a empresas mediante extorsión, chantaje o espionaje industrial. En una ocasión, los ciberdelincuentes engañaron al gerente de un banco de Emiratos Árabes Unido con este método, robando 35 millones de dólares. A partir de una pequeña grabación de voz, crearon una locución con la que lograron engañar al responsable de la entidad. El margen de recreo resulta tan amplio como el objeto de su actividad.