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Cristina Viéitez, premio Innovadora, junto a Adriana Ulibarri, presidenta de Diario de León. RAMIRO

León

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Su trabajo la eleva a la categoría de ‘cirujana’ del ADN, ya que modifica de uno en uno los 6.000 genes que poseen las levaduras, que usa como modelo de organismo simple. Y como quien quita una rueda a un vehículo para comprobar si constituye una pieza esencial para que funcione el automóvil, ella extrae gen a gen de la levadura para observar cómo le afecta cada hurto.

Todo, con el objetivo de identificar los «interruptores de los circuitos moleculares» para saber arreglarlos con dianas terapéuticas, lo que alcanzaría una dimensión enorme en la lucha contra el cáncer. Reconoce que «es una profesión bastante sacrificada, así que los reconocimientos ayudan a seguir adelante y también permiten concienciar a la sociedad de la importancia de invertir en investigación».

La ganadora del Premio Innovadora 2023, Cristina Viéitez, es una investigadora del Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG) de Salamanca, centro mixto del CSIC y la USAL, donde formó su propio equipo gracias a una ayuda Ramón y Cajal, Ha sido premiada por el programa L’Oréal-Unesco ‘For Women in Science’, que este año celebra su 25 aniversario a nivel internacional, y reconoce los 5 trabajos más punteros de menores de 40 años. Los galardones dotados con 15.000 euros se centraron en el ámbito de las Ciencias de la Vida y del Medioambiente para visibilizar el liderazgo femenino en el ámbito científico.

De 39 años y natural de El Bierzo, fue reconocida por su investigación ‘Estudio Sistemático de las Modificaciones Post-Traduccionales de las Histonas’, que persigue entender cómo se regulan las modificaciones de esas proteínas que proporcionan apoyo estructural a los cromosomas por su potencial de definir nuevas dianas terapéuticas para tratar enfermedades humanas.

«Los resultados de este proyecto tienen el potencial de revolucionar el campo de la epigenética y abrir las puertas a nuevos estudios que proporcionarían el conocimiento necesario para diseñar nuevos tratamientos más específicos, con la finalidad de reducir los indeseables efectos secundarios de los tratamientos actuales», aclara.

Licenciada en Biología en la Universidad de León, máster en Biomedicina en la Universidad de Barcelona y doctorado en la Pompeu Fabra, asegura que le «gustaría aportar» su «granito de arena a que otras generaciones sean libres de perseguir sus sueños profesionales». En 2015, se incorporó al European Molecular Biology Laboratory en Heidelberg, donde se centró en desarrollar un método para estudiar la función de la fosforilación de proteínas a gran escala, y estuvo en Zurich antes de regresar a España.

Cristina Viéitez investiga cómo controlar los circuitos moleculares para identificar dianas terapéuticas que puedan ‘arreglar’ las enfermedades. DL