Cohete leonés en ignición
LEÓN 01. El Grupo de Cohetería de la Universidad de León prepara ya el lanzamiento de su primer prototipo que dejará en su despegue del Campo de Tiro de El Teleno un olor dulzón porque parte de su combustible es la dextrosa. El objetivo, superar los 500 metros de altura
A. Calvo | León
Hace poco más de un año que la Universidad de León cuenta con su propio grupo de cohetería, una asociación de estudiantes que se ha propuesto llegar tan lejos con sus prototipos que incluso tienen entre sus objetivos traspasar la línea de Kármán y llegar así hasta el espacio exterior. Aunque el número de estudiantes fluctúa, el núcleo del grupo se mantiene estable y ya han conseguido desarrollar su cohete León 0.1 y están a ultimando el León 1 para después dar el salto al León 2. El espítitu de trabajo de este grupo se basa en aprender, disfrutar y, sobre todo, aplicar y poner en práctica todo lo que aprenden estos futuros ingenieros en sus grados, aunque también hay estudiantes de otras carreras como Márketing.
Pero el León 0.1 ya está listo y este grupo de alumnos encabezados por Pedro De Dueñas ya ha intensificado sus conversaciones con el Ministerio de Defensa para poder usar el Campo de Tiro de El Teleno para el lanzamiento de su primer cohete. «Es una zona muy amplia y nos aporta más seguridad», explica De Dueñas, para añadir que el techo de vuelo de este primer prototipo podría estar en los 500 metros, por lo que necesitan «una zona con espacio aéreo controlado», como también podría ser el propio Aeródromo Militar de León o el Aeródromo de Pajares de los Oteros, pero defender la seguridad que les confiere el campo de tiro maragato y añadir que el Comité Técnico de Defensa en Madrid ya ha dado el visto bueno a su lanzamiento.
Todo el cohete ha sido diseñado en León, en el Módulo de Investigación Cibernética, el conocido como edificio MIC de la Universidad de León, donde este grupo tiene su sede. La clave está en el motor y en el hecho de que el modelo es completamente reutilizable, como explica De Dueñas, que de momento lanzarán su primer prototipo con un motor de combustible sólido que tiene una base de azúcar, ya que el 35% de su composición es dextrosa, por lo que dejará atrás en el momento de su ignición un olor dulzón en el campo de El Teleno.
A la dextrosa, tendrán que añadirle nitrato potásico, por lo que su modelo ha estado diseñado en base a esta premisa, que exigen robustez para poder aguantar la explosión energética que en 1,5 segundos lanzará el cohete. El primer paso será que una vez que alcance su velocidad tope se abra un paracaídas y pueda regresar a la tierra. Conseguir que aterrice de nuevo es un objetivo que se plantean a medio plazo.
El León 0.1 tiene 60 centímetros de altura y servirá para orientar a estos jóvenes cómo deben seguir con su León 1. De este segundo modelo «la parte principal ya está desarrollada, nos falta la documentación para poder enviarlo en Madrid y poder lanzarlo después del verano», explica el joven estudiante de ingeniería para añadir que siguen avanzando y que, de forma paralela, ya están empezando a desarrollar el León 2. El objetivo final con este último modelo es, como ellos mismos indican en su web «poner en práctica todo lo aprendido y conseguir nuestros objetivos; destacamos la potencia y eficiencia. Este prototipo incorpora un motor diseñado y construido por nosotros, electrónica diseñada y fabricada por nosotros y tiene unas dimensiones de 350 centímetros de alto y 100 milímetros de diámetro», a lo que añaden que el apogeo se situaría en los 10.000 metros, superando así el rango que esperan conseguir con su León 1, que estaría entre los 500 y los 5.000 metros.
«El siguiente paso será probar motores de combustible sólidos que desarrollemos nosotros mismos», explica De Dueñas, para incidir en que está estudiando posibilidades, «tenemos diseño en papel y estamos buscando materiales», añade no sin precisar que se trata de un asunto «complejo» que podría llevarles más de un año de trabajo.
El grupo de Cohetería cuenta con el apoyo de la Escuela de Ingenierías y de la Universidad de León. En el MIC tienen acceso a equipamiento puntero, como las máquinas de fabricación aditiva, por ejemplo, para la carcasa del cohete, además de otros medio para desarrollar sus prototipos a los que también quieren aplicar ese valor reutilizable.
En España hay actualmente once grupos de cohetería repartidos por diferentes universidades que recientemente se han unido en lo que se conoce como Surtam (Spanish University Rocketry Teams Annual Meeting), el encuentro anual en el que como explica Pedro De Dueñas ponen «en común ideas, se afrontan soluciones y se colabora», y ver así en qué están trabajando otros grupo. Además, importantes empresas del sector también acuden al evento en el que cada grupo cuenta con un stand en el que da a conocer sus proyectos. Mesas redondas, encuentros y otro tipo de eventos, tanto entre estudiantes como con empresas, completan este foro en el que la Universidad de León representa a todo el noroeste español y con grupos muy concentrados en las universidades madrileñas y catalanas. La cita de este año celebró en la Universitat Politècnica de Catalunya con un enfoque muy centrado en la biometría.