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PREPARADOS PARA EL CAMBIO

Las casas del futura

La IA (inteligencia artificial) puede ayudar a crear hogares con una mayor eficiencia energética y un menor impacto medioambiental, pero plantea riesgos en la seguridad y la privacidad de datos

Publicado por
Daniel Rodríguez Carranza

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Llegas a casa cansado de trabajar y le pides a Alexa que encienda las luces y ponga tu lista de reproducción favorita de Spotify para levantarte el ánimo. Hace mucho calor, pero por suerte el aire acondicionado se ha activado antes de que llegaras para dejar tu hogar fresquito, así que puedes tumbarte en el sofá mientras tu robot aspira el suelo. No sabes muy bien qué hacer de cena, pero la nevera te ha avisado de los productos que están a punto de caducar, por lo que será mejor aprovecharlos.

Esta rutina, que hasta hace muy poco parecía propia de una película de ciencia ficción, se está convirtiendo poco a poco en algo cotidiano gracias a la introducción de la IA en el hogar. Como todo avance, tiene sus virtudes y defectos, pero parece claro que no es una moda pasajera: casi el 50 % de los españoles cuenta con algún dispositivo inteligente en casa, según datos de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), y casi uno de cada cinco, más de un 18 %, controla ya a distancia, a través de cámaras o sistemas de seguridad, la iluminación y lo que sucede en su casa, según una encuesta realizada por Statista a finales de 2023.La IA ha llegado para quedarse«La IA ya está aquí. Nos puede gustar o no, pero ya no la vamos a poder eliminar», afirma categóricamente Albert Jové, profesor colaborador de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. La penetración en el ámbito doméstico es evidente, y cada vez hay más dispositivos inteligentes, por ejemplo, altavoces, aspiradoras y asistentes virtuales como Siri, Alexa y Google Assistant, que para muchos fueron su primera toma de contacto con la IA en el hogar, aunque para Josep Curto, también profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, «llevan varios años decepcionando. Las funciones, aunque pueden ser interesantes, quedan supeditadas a la comprensión del lenguaje, bastante mejor en inglés que en otros idiomas. Por lo tanto, tenemos una experiencia más desigual con respecto a otros usuarios». Además, a pesar de que algunas empresas quieren postular estos asistentes de voz como el elemento central de la domótica, ya se puede hacer a través de aplicaciones de móvil, que cuentan con más opciones.La mayor preocupación con respecto a la implantación de la IA en el hogar son la seguridad y la privacidad. Para Jové, la IA «puede ser tanto el problema como la solución». Según el profesor, «con respecto a la seguridad, es una gran amenaza y, simultáneamente, una herramienta de protección más eficiente. El tema de la protección de datos es delicado. Hay que controlar y regular, pero hay que tener presente que existen estados que no están nada preocupados por los derechos y libertades de sus ciudadanos». Por su parte, Curto recuerda que estos sistemas no son infalibles y que, por ejemplo, si se cortara el wifi o se fuera la luz, dejarían de funcionar.No podemos olvidar tampoco los problemas legales: «Debemos tener presente que en el contexto europeo van surgiendo nuevas regulaciones que van a poder limitar qué podemos hacer, por ejemplo, evitando que las cámaras de estos sistemas se enfoquen a la calle y puedan reconocer a personas anónimas y guardarlas en una base de datos a la que nosotros tenemos acceso, algo que no es legal[A1] . Parece que esta inquietud la comparten los usuarios, ya que, según el informe «Decoding the digital home 2022», el 48 % de los españoles están preocupados por la privacidad y seguridad de sus datos personales.Sin embargo, esa intranquilidad no lastra ni mucho menos los beneficios que puede aportar la IA en el hogar. Los electrodomésticos inteligentes pueden facilitarnos la vida ayudándonos, por ejemplo, con hornos que nos indican cómo cocinar, lavadoras que detectan los ciclos de lavado más habituales, aspiradoras automatizadas, etc. Pero todavía queda un largo camino por recorrer, como apunta Curto: «Nuestra visión y nuestras expectativas vinculadas a lo que es una casa inteligente están todavía muy lejos. Los fabricantes han seguido su propia aproximación a estos dispositivos e incluso han usado distintos protocolos. En el futuro se espera que esta integración entre plataformas sea mucho más sencilla para que la promesa del hogar inteligente se cumpla a través del protocolo de código abierto Matter». Uno de los desafíos más atractivos de la domótica es crear hogares sostenibles con una mayor eficiencia energética y un menor impacto medioambiental.

El 48 % de los españoles están preocupados por la privacidad y seguridad de sus datos personales; y eso, se relaciona con el domicilio