Porsche 911 GT3 RSR. Desafiante...
A punto la nueva arma de Weissach para las carreras de Resistencia 2011
Aerodinámica… a tope. En la evolución de su nuevo competición-cliente 911 GT3 RSR, Porsche ha dado especial relevancia a la concepción aerodinámica, tanto en el frontal como en la zaga, además de adoptar modificaciones en el motor y en las suspensiones.
El tradicional propulsor seis cilindros bóxer —cilindros planos y opuestos—, de 4.0 litros de cilindrada, rinde ahora cinco caballos más que su antecesor: 455 CV a 7.800 vueltas. El incremento de potencia, que puede parecer banal y no lo es tanto si se tiene en cuenta que, en las carreras, un pequeño caballo más… es todo un mundo; el incremento en cuestión es el resultado de la optimización de su gestión electrónica, también de los colectores de admisión y escape para que, entre otras cosas, el rendimiento motorístico se adapte mejor a los diferentes grados de combustible.
Por otra parte, también se ha mejorado la facilidad de conducción de ésta célebre mecánica, por mucho que su régimen máximo, 9.400 revoluciones, se mantenga inalterable. Tampoco se olvide que la clave de las carreras de Resistencia es precisamente ese: la fiabilidad mecánica, que debe conjugarse con las prestaciones puras. El morro y la trasera del 911 GT3 RSR presentan sensibles modificaciones, como es el caso de la nueva bandeja delantera y un reposicionado alerón trasero.
Así, la transformación frontal resulta claramente visible: un nuevo labio en el spoiler aumenta la carga aerodinámica sobre el eje delantero, cuyas llantas de tuerca central son ahora más anchas —pasan de 11 a 12 pulgadas— lo que redunda en beneficio de una mayor estabilidad, con menor tendencia al subviraje (deslizamiento del tren delantero).
También se ha optimizado la forma y posición del alerón zaguero, para adaptarlo al nuevo carenado posterior a la vez que se incorporan unas rejillas de refrigeración adicionales. Incluso se ha rediseñado el capó trasero —mejor canalización de aire— y, como en el 911 GT3 Cup y GT3 R, el RSR monta ahora los pilotos LED traseros que llevan los 911 de calle.
La caja de cambios es de 6 velocidades, con mando secuencial, intercambiador de calor aceite/agua y embrague triplato de fibra de carbono; monta diferencial autoblocante al 45/65%.
La dirección asistida, las suspensiones independientes en ambos trenes (McPherson delantero y multibrazo trasero) con amortiguadores de gas de cuatro vías y los frenos de seis y cuatro pinzas (delanteros/traseros) redondean un conjunto que se viste con carrocería monocasco de acero galvanizado, cuya romana se sitúa en 1.220 kilos (2,7 Kg/CV), con un depósito deposito de combustible con capacidad para 90 litros y función de llenado rápido.
El gato hidráulico, los arcos de seguridad soldados, el asiento de competición tipo bauet (sólo en el lado del conductor) y con recubrimiento resistente al fuego, cinturones de seguridad de seis puntos adaptados al HANS (soporte para cabeza y cuello) y el sistema de extinción de incendios eléctrico completan el equipamiento homologado para competición.
El precio del 911 GT3 RSR se sitúa en 410.000 euros, al que hay que añadir los impuestos específicos de cada país. Todas las modificaciones de esta nueva versión pueden instalarse en kit para los GT3 RSR de la pasada temporada 2010.