Diario de León

Mercedes SLK. soñando al cielo...

Más sofisticado y confortable, ágil y deportivo, el «tercer» SLK1397124194 El «roadster» de Mercedes, pionero en la modernización de los descapotables con techo duro escamoteable, avanza un paso más con la aplicación del cristal que cambia de t

Clasicismo y modernidad en la renovada estética del nuevo SLK.

Clasicismo y modernidad en la renovada estética del nuevo SLK.

Publicado por
J. Fernández zardón
León

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Tercera generación. Nuevos motores de 4 y 6 cilindros, más eficaces en consumos y emisiones, renovada estética y, sobre todo, la innovadora aplicación de un techo retráctil acristalado que puede obscurecerse con sólo apretar un botón.

El fabricante de la estrella plateada riza tanto el rizo con ese nuevo techo retráctil en el SLK, que propone tres posibilidades: el normal de chapa pintado en color carrocería, el panorámico con cristal tintado oscuro y el rompedor «Magic Sky Control», que se convierte en primicia mundial y susceptible de cambiar de tonalidad: «claro» (prácticamente transparente, sensación de conducir a cielo abierto ) y «obscurecido» (propicia un sombreado que evita que el interior del habitáculo se caliente en exceso por el sol).

En el exterior, la tercera generación del SLK transforma su aspecto con una cara -por parrilla frontal- cuyos trazos se inspiran en los del SLS-¦ lo que ya es toda una preciosista garantía y optimización aerodinámica: Cx de 0,30.

Eso, por no hablar de la rebaja de romana , gracias a la incorporación de piezas de aluminio (capó y aletas delanteras), a la vez que crece en dimensiones (31 milímetros en longitud y 33 en achura).

Manteniendo un evidente equilibro entre elegancia y deportividad, el interior también sufre algunos cambios. El más significativo, la adopción de unos magníficos asientos que continúan manteniendo el «Airscarf», la ya conocida bufanda de aire caliente para la zona del cuello de los ocupantes.

Por descontado que esta tercera generación del SLK mantiene también un cuidado estudio ergonómico, un ligero cambio en la disposición de algunos mandos y un maletero cuya capacidad oscila entre 335 y 225 litros, según la capota esté cerrada o abierta y, lógicamente, alojada en el maletero.

Tres motores, todos ellos de gasolina e inyección directa, conforman la inicial propuesta de la gama SLK. Los dos primeros escalones motorísticos viene dados por el tetracilíndrico turboalimentado de 1.8 litros con potencias de 184 CV con caja manual de 6 marchas (SLK 200) y 204 CV con (opcionalmente) el cambio automático secuencial de 7 velocidades (SLK 250), cuya media de consumo se cifra en 6,4 y 6,2 litros respectivamente.

En el techo de la gama se sitúa la versión SLK 350, animada por el impresionante V6 de 3.5 litros y 306 CV, también unido al cambio 7G-Tronic Plus.

Además, los tres motores llevan la etiqueta BlueEfficiency, con función ECO; es decir, el sistema «Start&Stop» de arranque-parada automática del motor en detenciones prolongadas.

Por lo demás, en el capítulo dinámico puede elegirse entre dos trenes de rodaje, uno convencional y un segundo de corte más deportivo que, gracias a la electrónica, permite configurar sus condiciones de uso en modo «Confort» y «Sport», este último con la posibilidad de incidir sobre la dirección (menos desmultiplicada) y sobre el sistema de frenos -«Torque Vectoring Brake»- que frena sólo la rueda trasera interior de la curva, ayudando al conductor a negociar mejor los virajes.

En suma, que Mercedes riza el rizo de un biplaza descapotable que adquiere ahora una nueva dimensión estética y dinámica.

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