Este diseño adelanta la futura clase compacta de la estrella plateada
Mercedes Clase A. Dinamismo minimalista
Motores de cuatro cilindros e inyección directa, cambio de doble embrague y radar anticolisión. La nueva Clase A contará con una carrocería coupé, también con un SUV de cinco
En pequeño formato. Su diseño simboliza el dinamismo en pequeño formato. Todavía en fase de prototipo de concepto, Mercedes acaba de desvelar las claves estético-técnicas del nuevo Clase A —su escalón de acceso—, que abandona la arquitectura monovolumen a favor de un estilismo a medio camino entre un SUV compacto y un coupé de estilo emocional.
Se diría que los responsables de la estrella plateada echan el resto en una propuesta que, en el capítulo técnico, destaca la mecánica tetracilíndrica turboalimentada (210 CV) unida a una caja de cambios de doble embrague, además de la adopción de un radar anticolisión con servofreno de emergencia. Un ingenio que avisa, óptica y acústicamente, al conductor despistado y prepara el servofreno de emergencia para efectuar una frenada precisa tan pronto como el conductor pise contundentemente el pedal de freno.
Así, el Concept A-Class no sólo adelanta lo que será el diseño del nuevo compacto de la marca, también sugiere nuevas aplicaciones de los motores de cuatro cilindros que ya están disponibles en otros modelos del fabricante. Un motor que se diseño para colocarlo en poción transversal y que, gracias también a la inyección directa de gasolina y al turbo, ofrece unas elevadas prestaciones y un reducido consumo.
Su largo capó se prolonga con una silueta de baja altura y unas estilizadas ventanillas. Consecuencia: dinamismo concentrado, con el viento, las olas del mar y la ingeniería aeronáutica como inspiración en las pinceladas de este deportivo de diseño, pocas veces visto en el segmento de militancia.
A la vez, la vista lateral se estructura en torno a tres líneas distintas, que acaban por muscularse en una zaga que refuerza —más si cabe— esa personalidad deportiva de la que venimos hablando y que, dicho sea de paso, ya mostrara Mercedes en el prototipo F800 Style.
Y para que nada falte… la estrella de tres puntas rodeada de un cielo estrellado y con faros en forma de ala y con profusión de leds en unas luces diurnas compuestas por 90 puntos de fibra óptica.
En el interior, sorprende el revolucionario diseño gráfico de los relojes enmarcados en un cuadro que hace un guiño al clásico diseño de una ala de avión, recubierto de material textil translúcido que permite apreciar su estructura biónica.
La forma de las salidas de aire recuerdan a los motores a reacción de los aviones, incluso los relojes en color rojo se inspiran en el mundo aeronáutico; como la consola central, diseñada como un moderno panel de instrumentos de avión y con la palanca de cambios en forma de la típica «palanca de gases».
En fin, un modelo que, cuando pase a la cadena de montaje… dará que hablar.