Habrá que esperar hasta septiembre para verlo en el Salón de Francfort
Mercedes. Desvela el nuevo SLS AMG Roadster
Se venderá en otoño. Prescinde de las «alas» en favor de una evocadora capota de lona. Animado por el motor de 571 CV… promete sensaciones.
Esculpir el viento. Desarrollado en paralelo a la versión coupé y con la firma de AMG, el descapotable del SLS se revela como una de las sensaciones del otoño: 571 CV y 317 por hora de punta.
Para su puesta a punto, los técnicos de Mercedes y AMG han utilizado prototipos digitales, con los que se han ahorrado esfuerzos y dinero, quizá lo más significativo en los tiempos que corren y, sin duda, para optimizar capítulos tan significativos como la aerodinámica, el reparto de masas, el centro de gravedad, rigidez estructural y la estanqueidad de la capota, una de las piedras de toque de cualquier descapotable. Hablando de la capota. El fabricante ha echado mano de una solución tan evocadora como sugestiva: lona… trufada en modernidad merced a la utilización de materiales tan vanguardistas como el aluminio, el magnesio y el acero de alta resistencia. Puede accionarse en marcha —hasta 50 Km/h.— y se aloja tras los asientos en forma de «Z» para ahorrar espacio. Ni siquiera su ligereza afecta al centro de gravedad y su resistencia está diseñada para circular a 317 Km/h., como se ha comprobado en el circuito italiano de Nardo y en el español de Idiada.
También el aislamiento acústico de la capota ha sido otro de los puntos sobre los que han trabajado especialmente los técnicos: tres capas y una luna fabricada en cristal de seguridad, que garantizan la ausencia de vibraciones y ruidos molestos para los ocupantes cuando se circula a alta velocidad. Está fabricada en un material textil repelente al agua y, como novedad, adopta un pequeño compartimento situado en el alojamiento de la misma para recoger el agua de lluvia y evacuarla convenientemente.
Para nadie es un secreto las exigentes pruebas de estanqueidad que Mercedes lleva a cabo en su Centro Tecnológico de Sindelfingen, tanto para vehículos cerrados como descapotables, teniendo que superar hasta 16 ensayos distintos antes de dársele el visto bueno a un nuevo modelo. Incluso se realizan pruebas reales en carretera, bajo condiciones climatológicas extremas y tan diversas, que superan con creces la utilización que cualquier usuario sería capaz de realizar normalmente durante la vida útil del coche.
La carrocería del SLS Roadster pesa sólo un par de kilos más que su homólogo cerrado -el «Alas de Gaviota»-, con lo que la romana estructural se cifra aquí en 243 kilos, a la vez que se ha incorporado una barra suplementaria de refuerzo en la parte trasera y que sirve como apoyo a los arcos antivuelco situados por detrás de los asientos.