356, de aquí nació... la silueta
El 356 marcaría la filosofía deportiva Porsche.
Aquel «número 356» de los proyectados por la ingeniería «Porsche Büro», presentado en 1949, que rendía 40 CV y corría a 150 por hora, podría (puede, de hecho) considerarse como el ancestro del nueveonce: bastidor de plataforma con travesaño central —el característico «todo atrás» de Porsche—, carrocería de aluminio trabajada a mano y motor «boxer» refrigerado por aire (generoso ventilador vertical); se ponían los cimientos…
Y además de ellos, de los cimientos, la filosofía de aquellas pioneras versiones «Carrera» de 1955 (por las victorias de Clase en la Carrera Panamericana-México), con motor de doble árbol, previstas para «competición-cliente», que encenderían la llama que, por fortuna, aún no se ha apagado.
El 356 que en 1951 había debutado con un motor de 1.300 c.c., al que un año después seguiría el de litro y medio, se convertiría, al principio de los sesenta, en 356 GS Carrera: el coche a batir en categoría Gran Turismo, sobre todo el célebre 2.0 litros de 130 CV (1961).
A renglón seguido, el 904 GTS de 1964, todo un digno sucesor, como el 906 de 6 cilindros nacido en 1966; pero esas, son otras historias. ¡Loor y gloria a los campeones… del Carrera!