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De altos vuelos...

La herencia de Carlo al más puro estilo del XXI. Después de tres temporadas con el 500 Assetto Corse, el trofeo monomarca de Abarth estrena coche: el 695 Assetto Corse, derivado en 595 para las vitrinas de los concesionarios, al más puro estilo «competición-cliente»… de toda la vida

Publicado por
javier fernández
León

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Turismo/Competición. Esa fue siempre la filosofía de Carlos Abarth y, seis décadas después, lo sigue siendo.

La transformación del mundo de las carreras a los coches de la calle, resulta ser uno de los conceptos básicos de la marca fundada por Karl Abarth -»italianizado» Carlo- en 1949: «El mundo de las prestaciones desde 1949»… reza el slogan.

El nuevo Abarth 595, conceptualmente inspirado en el histórico modelo homónimo que Carlo presentaba en 1963 como una derivación «deportiva» del célebre Fiat 500, viene a representar la vuelta a las fuentes de la «preparación» de un modelo de estricta serie hasta convertirlo en un auténtico coche de carreras; toda una sugestiva propuesta que combina lo mejor de ambos mundos: la competición y el turismo… las dos almas gemelas del Escorpión.

Con casi cuatro años cumplidos desde su lanzamiento, el Abarth 500 ha venido reuniendo a más 30.000 clientes en todo el mundo, conquistados por la filosofía, y el concepto básico, que acompañó siempre a las realizaciones de Carlos Abarth: «el domingo en la pista, el lunes en la oficina» o, si se prefiere, el coche que transfiere toda la tecnología y los valores de la marca deportiva al coche de todos los días.

Así, los renovados catálogos de Abarth se configuran en torno a una mayor articulación de versiones, que resultan de combinar dos niveles de equipamiento, dos tecnologías de cajas de cambio -manual y MTA- y tres paquetes de personalización: «Corsa», «Turismo» y «Competición».

El nuevo Abarth 595, que marca el retorno al más puro concepto de «derivación» de los modelos que Carlo Abarth «preparaba» en deportivos, amplía la gama Abarth 500 con un par de nuevas personalizaciones: «Turismo» y «Competición» dirigidas, como puede suponerse, a dos tipos de clientes bien diferenciados: confortabilidad y acabados exclusivos -la primera- y deportividad a ultranza -la segunda- sin perder, en ambos casos, un ápice de filosofía racing.

También ambas personalizaciones adoptan la mecánica multiválvulas de gasolina 1.4 Turbo T-Jet que, gracias a la elaboración, aumenta hasta 160 CV su cota de potencia y hasta 23,6 metros/kilo su entrega de par. Tetracilíndrico que se une al cambio «Abarth Competizione -mecánico electro comandado y con levas en el volante- y al escape «Record Monza» que, por su tecnología «dual mode», optimiza la respuesta del motor desde los regímenes medios y bajos.

Consecuencia: 7,4 segundos para acelerar de cero a cien, 211 por hora de punta y escasamente 6,5 litros de consumo medio.

Por lo demás, el drástico 695 Assetto Corse, reduce en una treintena de kilos su romana, mejora su aerodinámica, sube su potencia hasta los 205 CV y monta la caja de cambios secuencial «Sadev».

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