Más grande y equipado

Moderno y expresivo. Producido en la planta que Volvo mantiene en la ciudad belga de Gante, el nuevo V40, que comenzará a venderse el próximo mes de julio, se configura como una de esas típicas realizaciones familiares (hatchback en la terminología interna del fabricante) a las que siempre ha sido tan aficionado el fabricante sueco sólo que, ahora, trufada en modernismo estético e innovación tecnológica.

Generoso en cotas y capacidad de maletero (4,37 metros de largo y 335 litros respectivamente), el actualizado V40, cuyo antecesor ya se convirtió en todo un superventas para el fabricante, tendrá que vérselas con enemigos naturales tan correosos como los también nuevos Audi A3, Serie 1 de BMW, el sempiterno VW Golf y el —renovadísimo— Clase A de Mercedes a los que, visto lo visto, tampoco tendrá empacho en «enfrentarse».

Es verdad que esta nueva generación del V40 hace gala un diseño «típicamente Volvo», aunque no es menos cierto que con una modernidad tan evidente como muestran las primeras fotografías oficiales distribuidas por el fabricante: capó en «V» de líneas mucho más atrevidas que las del antecesor, que configura un frontal bajo y ancho, trazos que se manifiestan también en la parrilla; mientras las moldeadas esquinas del paragolpes, no sólo personalizan el conjunto, también propician una mejor dirección del flujo aerodinámico del coche.

Las luces diurnas se sitúan, curvándose hacia arriba, en los extremos inferiores del frontal, a la vez que el diseño «de aspas» de los faros delanteros acaba por crear un espectacular haz de luz en la oscuridad.

También muy en la filosofía de las últimas realizaciones de la marca, la alta línea de cintura y la silueta del techo contribuyen a crear un efecto muy aerodinámico, de «inclinación hacia delante», a la vez que el final de la puerta trasera se curva hacia arriba, en una suerte de «gancho» integrado, herencia del legendario coupé P1800.

La zaga cortada —otro ADN de Volvo— y el alerón rematando la luneta trasera, redondean un conjunto singularmente vistoso en su puesta al día.

En el interior, los diseñadores han elevado a su máxima expresión la también típica realización de consola central y salpicadero flotante de Volvo, disponible de serie en color carbón y, opcionalmente, en «Madera moderna», «Grafito brillante» y «Pista Central» (un curioso aspecto, con raya rojo, inspirado en el tenis).

Otra de las perlas del habitáculo del nuevo V40 es el retrovisor interior sin marco, inspirado en el diseño de los smart-phones.

La oferta mecánica se declina en cuatro motores de gasolina, con potencias entre 150 y 254 CV, aunque en la primera fase de comercialización sólo estará disponible el turboalimentado T4 de 180 CV.

El que sí está totalmente definido es el apartado diésel: D2, el 1.6 litros de cuatro cilindros (115 CV y 94 g/km de CO2), y los D3 y D4, ambos de cinco cilindros, con potencias respectivas de 150 y 177 CV, convertidos ya en auténticas joyas de la corona... sueca.

En cuanto a los chasis, podrá elegirse entre la suspensión dinámica —de serie— y la deportiva, que rebaja en 10 milímetros la distancia libre al suelo, lo que, unido a los tarados más firmes de amortiguación, redunda en beneficio de un comportamiento rutero más deportivo.

La dirección, con asistencia eléctrica, permite elegir entre tres grados de asistencia: «bajo» (facilidad de maniobras en ciudad), «medio» (mayor respuesta en carretera a velocidad de crucero) y «alto» (ajuste más directo y deportivo).

El control de estabilidad y tracción (DSTC) cuenta con un ángulo de balanceo más optimizado —mayor seguridad en curva—, mientras el control de tracción en curva —otra primicia en el V40— utiliza una distribución variable del par: frena la rueda motriz del interior de la curva y transmite mayor potencia a la rueda exterior; es decir, el autoblocante de toda la vida… puesto al día y aquellos molestos tirones hacia el interior que podrían poner en apuros a los ocasionales pilotos neófitos.

En materia de seguridad, otro de los apartados especialmente sensibles para Volvo, el V40 será pionero mundial en la adopción del airbag contra atropellos: unos sensores en el paragolpes delantero registran el contacto físico coche/peatón, se libera entonces el extremo trasero del capó, que se eleva a la vez que se despliega el airbag; una vez inflado, el airbag cubrirá todo el capó y hasta aproximadamente un tercio de la superficie del parabrisas, minimizando así los riesgos del impacto a los peatones.

El control de velocidad de crucero adaptable y con control de distancia, la detección de peatones, la alerta de tráfico cruzado (la salida marcha atrás de un estacionamiento, por ejemplo) o la advertencia de colsiión con frenado automático, además de un «City Safety» (detección de posibles colisiones por alcance) optimizado hasta 50 Km/h., son otras de las aplicaciones electrónicas de ayuda a la conducción que se ofrecen en la nueva gama V40.