Ambicioso...
Amplio equipamiento y mayor empaque estético . Hyundai i30. Con la nueva entrega del i30, segunda en la lista particular del modelo, un diseño más atractivo y unos motores más eficientes, Hyundai lanza un órdago a sus rivales europeos del segmento compacto. Su tarifa arranca, con descuento promocional, en 13.590 euros.
Calidad contrastada. Los coreanos de Hyundai lanzan un órdago al siempre concurrido segmento de compactos, tradicionalmente dominado por los fabricantes europeos, con el nuevo i30 que, además de diseño, ofrece cualidades dignas de preocupar a sus enemigos naturales .
Hyundai, que se presentaba hace un par de décadas en el mercado europeo como fabricante de bajo costo , ha acabado por evolucionar tanto sus catálogos como para plantar cara a un mercado cada vez más tecnológico, sin olvidar ese primer golpe de vista que se traduce en una estética que nada tiene que envidiar a la de sus rivales; junto con el nuevo i30, el también nuevo todocamino iX35 y la reciente berlina i40, son buena prueba de ello.
Esta segunda generación del i30, sustituta del modelo lanzado en 2007, que supuso el despegue europeo de Hyundai con 400.000 unidades vendidas en estos cinco años, se declina en un coche que gana un par de centímetros con respecto a la longitud total de su antecesor (4,30 metros ahora), también más bajo (mejor aerodinámica Cx de 0,30 y centro de gravedad) y más ancho, con lo que gana en empaque estético y dinámico.
Eso, por no hablar de los 387 litros de capacidad de maletero, una treintena más que antes, y con más y mejores huecos para a estibar objetos de diverso tamaño y dimensiones.
Un interior bien resuelto, con un modernista cuadro de instrumentos, una no menos actualizada consola central y una generosa pantalla táctil (opcional) para el navegador personalizan el habitáculo de un nuevo i30 que, en el exterior, hace gala de lo que su fabricante denomina «escultura fluida»: atractivo frontal, con parrilla hexagonal marca de la casa y estilizados faros con tecnología led , amén de un parabrisas muy tendido que contribuye a la ya mencionada optimización aerodinámica del modelo.
En el capítulo mecánico, ésta segunda entrega del i30 adopta cinco motores, dos de gasolina y tres gasóleos.
El escalón de entrada a la gama de gasolina es el 1.4 de 100 CV y 6,0 litros de consumo medio; mientras la segunda posibilidad es un nuevo y eficaz 1.6 GDi de 135 CV y unos interesantísimos 5,0 litros de consumo medio.
Las tres posibilidades turbodiésel (tetracilíndricos multiválvulas de rampa común y turbo de geometría variable) arrancan su escalonamiento con el 1.4 CRDi de 90 CV (4,1 litros de consumo medio) y el 1.6 CRDi de 110 CV, con idéntico consumo.
En el techo de la gama turbodiésel, un interesante -quizá la compra más «lógica»- 1.6 CRDi que, unido al cambio manual de 6 marchas, entrega unos efectivos 128 CV, consume 4,3 litros de media; un gasóleo que juega sus mejores bazas en un mínimo nivel de rumorosidad y vibraciones, además de ofrecer unas excelentes recuperaciones desde los regímenes bajos y medios del cuentavueltas (buena elasticidad) y, lo mejor, unos consumos reales tan contenidos, que nos permitirán cubrir prácticamente el millar de kilómetros sin visitar el surtidor.
Las dos versiones turbodiésel más potentes, pueden elegirse opcionalmente con caja de cambios automática.
En suma, que Hyundai da un paso más con una segunda generación del i30 muy lograda en lo estético, con buena relación consumo/prestaciones y con la perla añadida de los cinco años de garantía.