Tercera entrega... tres carrocerías

Tres de tres. Con una evidente influencia Ibiza —por lo anguloso de su diseño—, 90 kilos menos de romana y un mayor despliegue motorístico, esta tercera entrega del Léon, tras los modelos 1999-2005 (sobre el chasis del Golf IV o primer Audi A3) y 2005-2012 (con la plataforma del Golf V y segundo A3), que también estrena el renovado logo corporativo de Seat, salta a la palestra trufado en evidente audacia estilística que, no obstante, pierde algo de la impronta de sus antecesores se diría,incluso, que Seat haya querido civilizar su propuesta: se abandona el eje multibrazo zaguero en las versiones hasta 150 CV aunque, en contrapartida, el fabricante nos ofrece ahora una gama de motores más eficaz en términos de consumos y emisiones, también nuevos sistemas de seguridad, una carrocería familiar más versátil y, en general, unas arquitecturas más ligeras.

Con estos mimbres, el nuevo León (que ni siquiera enmascara las manillas de las puertas traseras, porque también habrá una versión «dos puertas» laterales… en su momento), con el concurso de su también nuevo diseñador, Alejandro Mesonero-Romanos (sustituto de Walter da Silva),

pone de manifiesto unas pinceladas enfatizadotas del efecto tridimensional —eso apunta su dibujante— merced a los «ángulos» que viene a convertirse en el renovado «lenguaje estético de la marca» (también el nuevo Toledo apunta en esa dirección).

A finales del presente año, aparecerá la primera declinación, la de cinco puertas: 4,26 metros de largo (5 centímetros de recorte) y 90 kilos menos de romana que el antecesor; la batalla aumenta en media docena de centímetros, lo que redunda en beneficio de la habitabilidad interior, y el maletero también aumenta hasta los 380 litros su capacidad (40 litros suplementarios). A lo largo del próximo año, irán apareciendo la versión de tres puertas y el familiar

La nueva plataforma que el León comparte con el nuevo A3 de Audi y el Gof de VW, admite una mayor flexibilidad mecánica para futuras versiones, aunque también simplifica sus planteamientos, como es el caso de la pérdida del tren trasero multibrazo —una de las perlas del comportamiento dinámico del León, que sólo se conserva en las versiones más potentes de la nueva gama— sustituido ahora por un eje torsional, con lo que —teóricamente— el modelo perderá parte de su encanto dinámico.

Además de la inclusión del nuevo logo de la marca, esta tercera entrega del León se caracteriza por unos voladizos más cortos, por los faros delanteros con tecnología led y por unos grupos ópticos traseros en forma de cuña, también con luces led, que propician una visión más ancha del coche.

En el interior, el salpicadero es lo que más cambia, sobre todo por su combinación bitono, mientras el equipo básico incluye el «Easy Connect», que permite controlar los sistemas de información y entretenimiento. El detector de somnolencia y la cámara en el retrovisor interior (cambio automático de luces largas/cortas y asistente al mantenimiento de carril) son otras de las innovaciones que estrena el nuevo León.

En el capítulo mecánico, Seat propone inicialmente un par de motorizaciones diésel y otras cuatro de gasolina. En el primer caso, se trata del 1.6 TDI CR de 105 CV (3,8 litros de consumo medio gracias al dispositivo «Start&Stop») y del 2.0 TDI CR cuya puesta al día le permite entregar 150 CV y 32,7 metros/kilo de par que, en su versión Ecomotive, homologa 4,0 litros de consumo medio.

En gasolina, el León contará con el 1.2 TSI, en versiones de 86 y 105 CV, con el 1.4 TSI (122 CV) y con el 1.8 TSI de 180 CV, donde se combina la inyección directa de gasolina con el turbocompresor.

Dependiendo de las motorizaciones, estas mecánicas se unen al cambio manual de 5 o 6 marchas y también a la caja automática secuencial DSG, con doble embrague y 6 o 7 marchas.

A lo largo del próximo 2013 esta familia de motores se incrementará con la llegada de otros dos gasóleos: el 1.6 TDI CR de 90 CV y el 2.0 TDI CR de 184 CV, que entrega unos espectaculares 38,8 metros/kilo de par máximo.