Con «S»… de clónicos
Los nuevos Seat Toledo y Skoda Rapid, comparten plataforma y cadena de montaje.
Seat «estrena» denominación… Toledo; en tanto en cuanto el fabricante español militante —como Skoda— en la órbita de Volkswagen, recupera —se diría revive— aquella esencia tricuerpo de las dos primeras generaciones del Toledo (1991-1998 y 1998-2004), trayectoria que Seat rompería con la tercera entrega de aquel «monovolumen» que, dicho sea de paso, no caló en el ánimo de los usuarios.
Sea como fuere —rectificar…— Seat vuelve a la carga con el «maletero separado» (fórmula mucho más aceptada por el mercado español) con una berlina de corte práctico y familiar, que desembarcará en los concesionarios en septiembre (13.990 euros como cifra de salida) y cuya movilidad confía el fabricante a mecánicas de última hornada, como el clónico Rapid.
Cuatro motores de gasolina, declinadas en tres versiones del 1.2 litros (75, 85 y 105 CV) y en el bien conocido 1.4 TSI de 122 CV, unido al no menos célebre cambio automático DSG de 7 marchas.
En el apartado diésel, el 1.6 TDI de 105 CV, que a principios del próximo año se complementará con la variante de 90 CV.
También rozando los cinco metros de longitud (4,48) y con 550 litros de capacidad de maletero, como viene siendo habitual en los catálogos de la marca, dos serán los acabados de la nueva gama Toledo: Reference y Style, con un generoso equipamiento de serie desde el escalón de acceso (airbag para conductor, pasajero, laterales y de cortina; ABS, ESC, cierre centralizado, elevalunas eléctricos delanteros… aire acondicionado, volante multifunción, ordenador de viaje, faros antiniebla con luz de curva, llantas de aleación de 16 pulgadas… conforme se suben escalones), amén del acabado interior bitono… como el clónico checo.
En fin, que Seat apuesta por volver a las fuentes, cuando de ofrecer calidad/precio se trata; así que, la lucha —¿intestina?— está servida… como las espadas en alto.